¿Por qué el color de las frutas y verduras es la clave?
Verdes, rojas, moradas, naranja y amarillo, las frutas y verduras se encuentran en colores variados, lo cual, según la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), suele estar vinculado a los nutrientes y fitoquímicos que contienen.
El pasado lunes 3 de mayo se conmemoró el Día Internacional de la Fruta, como un esfuerzo de la ONU, para crear conciencia de los beneficios nutricionales y para la salud, del consumo de más frutas y verduras como parte de la dieta y de un estilo de vida más saludable.
En un documento de antecedentes preparado por un equipo multidisciplinario de la FAO, en ocasión del Año Internacional de las Frutas y Verduras 2021, se destaca que al hablar de una dieta saludable lo primero que salta a la mente son las frutas por sus vitaminas, minerales y fibras, que tienen beneficios importantes para el cuerpo humano.
QU Dongyu, director general de la FAO, destaca que, “el sector de frutas y verduras contribuye a incrementar la biodiversidad, generar sostenibilidad ambiental y mejorar los medios de vida de los agricultores y empleados que operan a lo largo de las cadenas de valor”.
Agrega que, “es crucial considerar el sector de las frutas y verduras de manera holística, como parte integral del sistema alimentario, más allá de los beneficios nutricionales, y examinar también sus beneficios sociales, económicos y ambientales. Diferentes actores pueden contribuir a que las frutas y verduras sean más accesibles, asequibles y disponibles”.
Organizaciones y entidades panameñas también consideran que las frutas y verduras deben ser parte importante de la dieta.
La producción nacional oferta frutas tropicales que son fuentes de ricos nutrientes, entre las que se mencionan el mango, marañón, piña, sandía, limones, papaya, melón, naranja, mandarina, entre otras.
Desde la Fundación Panamá Saludable consideran que, “algo tan sencillo como comer frutas y vegetales diariamente puede cambiar por completo la calidad de vida de las personas”.
Según la FAO, “se considera que las frutas y verduras son las partes comestibles de las plantas (por ejemplo, estructuras seminíferas, flores, yemas, hojas, tallos, brotes y raíces), tanto cultivadas como silvestres, en estado crudo o con un procesamiento mínimo”.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) recomienda consumir al menos 400 gramos diarios para obtener sus beneficios para la salud y nutrición.
Se estima que en 2017, 3,9 millones de muertes en el mundo se atribuyeron a la falta de consumo de frutas y verduras en cantidades suficientes.
El color y sus nutrientes
Así las cosas, el color de las frutas y verduras dice mucho sobre los nutrientes que aportan.
De acuerdo con un cronograma de la FAO, las frutas de color anaranjado/amarillo contienen carotenoides y ayudan a la salud ocular. Entre ellas están: zanahoria, calabaza, calabacín, albaricoque, pomelo, limón, mango, melón, naranja, papaya, durazno y piña.
Las de color verde tienen fitoquímicos con propiedades anticancerígenas, entre las que se mencionan el espárrago, frijol verde, col china, brócoli, repollo, pimiento verde, pepino, lechuga, arveja, espinaca, manzana verde, aguacate, kiwi, uva verde y lima.
Mientras que, las de color rojo ayudan a disminuir el riesgo de cáncer y mejoran la salud cardiovascular. En este grupo se encuentran la remolacha, pimiento rojo, rábano, tomate, manzana roja, cereza, uva roja, pomelo rojo y rosado, guaba roja, frambuesa, frutilla y sandía.
Las de color púrpura/azul son antioxidantes que ayudan a reducir los riesgos de cáncer, accidentes cerebrovasculares y enfermedades cardíacas. Aquí se mencionan la remolacha, repollo colorado, berenjena mora, arándano, uva morada, ciruela, maracuyá.
Finalmente, las de color marrón/blanco que tienen fitoquímicos con propiedades antivirales y antibacterianas y potasios. En este grupo están: coliflor, endivia, ajo, jengibre, puerro, cebolla, banana (plátano), durazno (melocotón) y pera marrón.
Entre los beneficios de comer frutas y verduras están: crecimiento y desarrollo de los niños, fortalecer el sistema inmunológico del niño para protegerlo de enfermedades, una vida más larga, mejor salud mental, salud cardiovascular, menor riesgo de cáncer, menor riesgo de obesidad, menor riesgo de diabetes, mejor salud intestinal y mejora la inmunidad.