Antibacteriales pueden afectar la salud
Múltiples productos de aseo personal causarían complicaciones en la salud humana. Ingredientes de los talcos para pies y, en general, de artículos denominados antibacteriales están haciendo analizados para aclarar sus efectos nocivos en diferentes sistemas del cuerpo. La Agencia Americana de Medicamentos (FDA por sus siglas en inglés) dio plazo hasta diciembre de 2014 para determinarlos.
Experimentos en la Universidad de Michigan en Estados Unidos concluyeron que el triclosán, componente frecuente en jabones, desodorantes y geles, interfiere con el funcionamiento de la glándula tiroides. En la Universidad de California señalaron que a los ratones que entraron en contacto con este agente antibacteriano les produjo dificultad en los músculos para contraerse y a los peces les redujo significativamente su capacidad para nadar. Por tanto, estos descubrimientos son considerados relevantes para prevenir su uso.
"Uno de los efectos sistémicos de la exposición a ingredientes antisépticos que ha llamado nuestra atención es que existen datos que sugieren que el triclosán y el triclocarbán pueden producir alteraciones en la glándula tiroides, en el sistema reproductivo y en el crecimiento de recién nacidos y animales", declaró la FDA. En supermercados, numerosas marcas contienen estos químicos. De otra parte, es probable que el triclosán genere resistencia a los antibióticos.
La colonización de las bacterias malas
Julián Vargas Molina, médico dermatólogo de Dermacenter Neiva, explica que la piel tiene algo llamado flora bacteriana. "Estos microorganismos son normales y tienen una función: defendernos de los nocivos". Por tanto, el exceso de uso de jabones "antibacteriales" puede alterar esa composición normal de la dermis. "En ese caso se presentara una colonización de bacterias malas", indicó.
De esa forma, el provocarse microbios más resistentes podría tener, a largo plazo, un problema de salud pública. La exposición a los mismos es necesaria pues constituye un elemento central para el desarrollo de defensas del cuerpo. Los jabones normales resultan siendo igual de efectivos para la limpieza que aquellos que ostenta en la etiqueta la proeza de eliminar el 99,9% de las bacterias.
¿Y los geles?
Muy de moda están los frasquitos de gel de colores y aromatizados que se llevan en las carteras de las mujeres o los antibacteriales que usan una y otra vez los médicos en los hospitales. El uso de estos se proliferó por la infección H1N1 y muchos tienen triclosán o triclocarbán. Vargas Molina considera que su utilización no es inadecuada pero sí es clave remitirse al especialista en el caso de que se presenten problemas. "Todas las sustancias que se aplican en la piel tienen un efecto secundario y no todas las personas reaccionan igual a las mismas", subrayó.
Ojo con los niños
Para los más pequeños los cuidados son más especiales debido a que están en crecimiento y por ende el desarrollo de sus sistemas, entre ellos el inmunológico, se encuentran en proceso de desarrollo.
El dermatólogo Julián Vargas Molina considera que en el mejor de los casos de debe evitar cualquier tipo de jabón sobre todo el antibacterial. "Entre más químicos estén en contacto con la piel más posibilidades de generar alergias por eso es mejor evitar el uso de cremas o perfumes y utilizar productos libres de jabón".
Las defensas de los niños pueden mermar cuando las bacterias se convierten en obsesión y no se les deja tener contacto con tierra y otros elementos. Esto se debe a que la anatomía humana necesita crear anticuerpos para combatir enfermedades y limitar excesivamente la exposición de una persona a microbios del ambiente es un error.