Sáez-Llorens recomienda no esperar a que se vacune a menores de 16 años para reabrir las escuelas

Hace algunos días se abrió el compás para que Panamá vacune a menores de edad con el medicamento de la farmacéutica Pfizer contra la COVID-19, el cual ha comprobado tener una eficacia de 95% y prevenir las formas graves de la enfermedad.

El infectólogo Xavier Sáez-Llorens explicó que esta vacuna fue probada en jóvenes entre 16 y 18 años, y es importante que en Panamá se estudie la posibilidad de inocular esta población porque se ha comprobado que son altos trasmisores del virus, más no así los niños, aunque ya se adelantan estudios de la eficacia de la vacuna en los infantes, pero estos podrían tardar tres meses.

El especialista dijo que espera que la vacuna arroje los mismos resultados de efectividad en menores de 16 años, pero es necesario esperar los estudios de seguridad que se tendrán dentro de unos tres meses.

Según el médico, que esta vacuna pueda utilizarse en menores de 16 años es importante para que se puedan reabrir las escuelas.

“La vacunación de niños vendrá, si queremos lograr la inmunidad de rebaño tenemos que vacunar a los niños porque, aunque no son trasmisores tan eficientes, hay estudios en diferentes partes del mundo de que a la medida que se han reabierto las escuelas la tasa de contagio ha aumentado en adolescentes y niños, pero ha disminuido en la población de adultos mayores”, manifestó.

Resaltó que vacunar a los maestros, profesores y administrativos es más prioritario que vacunar a los menores porque es importante que haya educación óptima. “Se necesita que las escuelas públicas estén bien preparadas en cuanto a insumos, espacios y equipos de protección; además debe ser algo escalonado de virtual a presencial en la medida que se empiece a vacunar, especialmente a los docentes”, sostuvo

Sin embargo, Sáez-Llorens considera que ya se debe iniciar el proceso de reapertura de las escuelas y hacer la transición, una vez estén vacunados los docentes, ya que para él no es necesario esperar a que se inmunicen a los niños, recalcando que lo importante es habilitar las escuelas con agua potable y equipos de protección, además, de establecer estrategias para evitar las aglomeraciones y los contagios.

Sáez-Llorens, quien ya fue inoculado con la vacuna de Pfizer, dijo que las únicas reacciones que tuvo fue dolor en el brazo y dolor de cabeza, lo que significa que los datos arrojados en los estudios son los correctos.

Ponderó el hecho de que Panamá adquirió 2 millones de dosis más de Pfizer, con lo que tendremos 5 millones de la vacuna que ha puesto la barra más alta de eficacia y ya hay un 2.2 % de la población vacunada.

Sáez-Llorens indicó que en cuanto a las personas que ya padecieron la enfermedad existen varias estrategias, una es que se pueden vacunar una semana después de haber superado la enfermedad o tres meses después, de igual forma existen ocho estudios de que solo es necesario aplicar una dosis a aquellos que ya padecieron la enfermedad, por lo que Panamá podría adoptar esta estrategia.