De León preocupado por la corrupción y falta de transparencia
En su discurso de reelección como presidente de la Asamblea Nacional destacó que estos siguen siendo los grandes retos de la institución.
Rubén De León, diputado del Partido Revolucionario Democrátivo, PRD fue electo, con 49 votos, como Presidente de la Asamblea Nacional, por segundo periodo consecutivo.
El diputado De León inició su discurso recordando a Omar Torrijos Herrera a quien destacó como artífice de que el Canal de Panamá, recientemente ampliado funcione de manera segura y eficiente y exhortando a que sea un verdadero generador de riqueza que se distribuya con justicia y equidad.
Como parte del balance realizado ante la gestión del año que culmina, el diputado De León destacó el aporte de su gestión a la gobernabilidad y al fortalecimiento de la institucionalidad que se caracterizó por la búsqueda de los consensos necesarios.
Destacó el rechazo de la ciudadanía a la corrupción, la doble moral y la ausencia de transparencia en la gestión pública, destacando su decisión permanente de ejercer la consulta y el consenso.
Para ello puso como ejemplo el debate de la ley de descentralización, “la más consultada por la Asamblea Nacional en los últimos años. En su aprobación se logró la participación de más de 1,500 personas, antes de que el proyecto fuera presentado por el Ejecutivo y una vez discutido en primer debate más de 1,700 ciudadanos en todo el país, participaron e hicieron aportes.
Durante este periodo se presentaron 83 anteproyectos por iniciativa de los diputados, 41 proyectos del Órgano Ejecutivo, 10 del órgano judicial y dos del Tribunal Electoral. De los cuales 72 fueron aprobados en tercer debate.
Retos nacionales
Ante este nuevo periodo, el diputado De León destacó que uno entre los principales retos que enfrenta la institución se encuentra, el combate a la corrupción, la doble moral y la ausencia de transparencia.
“Es inaceptable la inclusión de nuestro país en listas internacionales que violan e irrespetan la autodeterminación de una nación honesta, trabajadora y soberana que ha demostrado con creces que sabe y quiere hacer las cosas bien”, destacó.
Aseguró que es impostergable para desarrollar las capacidades que como nación necesitamos, mejorar la educación.
“Nuestro sistema educativo en este momento tiene casi un siglo de atraso, es decir hemos sacrificado a cuatro generaciones”, afirmó categóricamente.
Y ofreció el espacio de la Asamblea Nacional para contribuir al debate de los retos y necesidades de la educación panameña.
También se refirió al sector agrícola al afirmar que “es vital que juntos hagamos un esfuerzo para convocar un gran diálogo nacional por el agro que nos lleve a establecer la ruta que deseamos para el desarrollo del sector agropecuario”.Una nueva Asamblea
Hacia el final de su discurso se refirió a la necesidad de que la Asamblea Nacional actué como un ente transformador de la sociedad, generando debates participativos en comisiones eficientes para dotar de mejores leyes al país.
En un llamando a la juventud a que se interese por los temas del Estado, invitó a las bancadas a rebasar los límites de los partidos políticos y a aumentar la iniciativa legislativa.
También prometió en este período la discusión responsable y participativa del Código Electoral, ya que ha sido fruto del trabajo de la Comisión Nacional de Elecciones y en la que todos los partidos y miembros de la sociedad civil han participado.
Terminó sus palabras agradeciendo la confianza de depositada en él nuevamente sobre todo en un periodo lleno de retos no sólo para la Asamblea Nacional sino también para el Estado panameño.