Afectados por 'pinchazos', molestos por retraso en extradición de Martinelli
Aseguran que no hay voluntad de las autoridades.
Defraudados están la mayoría de los querellantes por el caso de las interceptaciones telefónicas, luego que se diera a conocer la solicitud de la Cancillería de la República, que retrasa la extradición del expresidente de la República Ricardo Martinelli.
Desde el pasado 4 de agosto, el Ministerio de Relaciones Exteriores envió una carta al magistrado juez de garantías Jerónimo Mejía, en la cual informan que debe incluir un “affidavit” dentro de la documentación que es necesaria para proceder con la formal solicitud de extradición del exmandatario desde Miami, Estados Unidos.
Según la misiva, el “affidavit” es un documento que narra en lenguaje simple los hechos del caso y la historia de la investigación, que establece con particular claridad la conducta criminal evitando el uso de palabras técnicas que sean de difícil traducción, al cual se deben anexar los documentos que el fiscal de la causa considera necesarios.
Balbina Herrera, una de las querellantes dijo en Noticias AM que ya están acostumbrados a este tipo de situaciones que atrasan más la solicitud de extradición.
Son alrededor de 150 víctimas de los pinchazos telefónicos.
La dirigente política manifestó que los querellantes se sienten “defraudados” porque “están jugando con un proceso tan delicado”.
Agregó que “hay un proceso de lentitud” y que muchas veces ha cuestionado si las cosas se están haciendo bien para lograr la solicitud de extradición.
En tanto, el abogado Ángel Álvarez, defensa de un grupo de los querellantes recalcó que “el tema se ha dilatado más de lo que debía”.
“La Cancillería es meramente un conducto, un canal de comunicación. Hace mucho tiempo la solicitud debió estar radicada ante el Gobierno de Estados Unidos, pero previamente se debió agotar por parte de la Cancillería la orden de arresto provisional”.
Según el jurista, desde allí parte la omisión de un paso fundamental para la activación de la extradición de Martinelli.
Herrera insistió que hay “un nivel de complicidad y no existe la voluntad de hacer las cosas correctamente”.
“No es posible que los allegados a Martinelli estén detenidos y él esté en Miami como si no ocurriera nada”, sentenció la dirigente política.
Para Herrera, “no es correcto que después de tres meses que acudieron a la Cancillería, ahora digan que falta un documento… una síntesis”.
Mientras Álvarez expresó que “están inventando una serie de documentos que no están en la ley”.
“Es amorfo, anormal y no hay forma de definir lo que la Cancillería ha hecho”, alegó el jurista.
Instó a la Corte Suprema de Justicia (CSJ) a reaccionar y cumplir con la ley, pues cataloga el “affidavit” como un desacato al Órgano Judicial.
Reacciona la defensa de Martinelli
Con relación a esta solicitud de la Cancillería, el abogado Sidney Sittón, parte de la defensa del expresidente Martinelli dijo que el Ministerio de Relaciones Exteriores ha "inobservado el cumplimiento de lo que la propia jurisprudencia de la Corte Interamericana de Derechos Humanos sostiene, en relación a que en estos procesos tiene que permitirse el derecho de defensa y darse el acto de audiencia".
“La Cancillería entiende que este no es un proceso administrativo donde las partes tienen igualdad de derecho”, destacó Sittón.
Según el abogado, se trata de la violación al debido proceso dentro de un proceso administrativo.
Insistió en que en el caso no hubo una imputación al expresidente, “simplemente porque no existen elementos que determinen niveles de vinculación de Ricardo Martinelli”.
El abogado dijo que con esta solicitud del affidavit, lo que están analizando es que una vez llegue a Estados Unidos, la defensa de Martinelli exigirá responsabilidades de carácter civil y penal al magistrado de garantías jerónimo Mejía y al fiscal Harry Díaz, “porque todos los actos de ellos van a quedar sujetos a la jurisdicción norteamericana”.
Sittón negó que esta solicitud se trate de complicidad y estrategia de la defensa de Martinelli, porque “es una petición generada por la propia Cancillería”.