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El Instituto de Geociencias de la Universidad de Panamá reportó un sismo de magnitud 6.3 ocurrido este viernes 21 de marzo a las 9:50 a.m. (hora local) en un informe preliminar.
El movimiento telúrico tuvo una profundidad de 10 km y su epicentro se localizó al sur de Panamá, a 78 km al suroeste de Coiba. Según reportes en redes sociales, el sismo se sintió en algunos sectores de las provincias de Bocas del Toro, Coclé, Veraguas, Herrera, Los Santos, Chiriquí y Panamá.
En la provincia de Herrera, funcionarios del Tribunal Electoral de Chitré tuvieron que evacuar el edificio por algunos minutos como parte del protocolo institucional, mientras inspeccionaban posibles daños a la infraestructura. Una vez se confirmó que no hubo daños, los funcionarios retornaron a sus labores. De igual forma sucedió en la provincia de Chiriquí, en el Hospital Regional Rafael Hernández y algunos colegios de la provincia.
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"Recibimos el informe 1 minuto después del Centro de Alerta de Tsunamis del Pacífico y del Centro de Asesoramiento de Tsunami para la región de Centroamérica ubicado en Nicaragua a las 10:16 de la mañana. El evento fue de magnitud 6.3 para nosotros, esta magnitud no alcanza lo suficiente para que sea un evento tsunami, por lo tanto el evento no genera tsunami", declaró Néstor Luque, director del Instituto de Geociencias de la Universidad de Panamá.
Agregó que se han localizado cuatro réplicas de este evento y puede que sucedan algunas otras réplicas más que se van a seguir localizando en el transcurso del día.
Sobre la frecuencia de este tipo de sismos en el país, Luque explicó que esto se debe a que el evento registrado hoy viernes 21 de marzo está muy cerca del Cinturón Deformado del Sur de Panamá y cerca de la zona de fractura de Panamá, y esta es un área donde siempre se generan sismos.
"Esa área está muy cerca de lo que se le conoce como el punto de triple contacto de placas tectónicas, por lo tanto es un área de mucha sismicidad con diferentes magnitudes", detalló.
Continuó explicando que esta magnitud de 6.3 se debió a que ya "se han acumulado esfuerzos tectónicos por mucho tiempo y eso no es infinito; hay un momento donde ellos se liberan, que es lo que se ha dado en esta ocasión".
Hasta el momento, el Centro de Operaciones de Emergencia del Sistema Nacional de Protección Civil (Sinaproc) no ha reportado daños materiales ni víctimas. Sin embargo, se mantiene el monitoreo ante posibles réplicas en las policlínicas, clínicas, escuelas, hospitales e instalaciones públicas de Chitré, Chiriquí, Veraguas y Penonomé, en donde se reportó una fuerte intensidad del sismo.
El director del Sinaproc, Omar Smith, brindó algunas recomendaciones tras el reporte de este evento telúrico que puede alterar el sistema nervioso de las personas. En ese sentido, indicó que lo más importante es mantener la calma.
"El sismo fue de 6.3 fuera de las costas, no hay reportes de tsunamis ni ningún tipo de esa actividad, los monitoreos están activos en policlínicas, clínicas e instalaciones públicas", detalló el director.
Añadió que, una vez finalizado el movimiento telúrico, se debe inspeccionar el hogar para reportar si existe alguna rajadura o grieta.
En 2024, el Instituto de Geociencias registró más de 900 sismos a nivel nacional, en donde la provincia de Chiriquí tuvo una gran cantidad de casos.
En caso de que un sismo ocurra en horas de la mañana, es importante mantener la calma y no entrar en pánico. Mantener la tranquilidad te permitirá tomar decisiones más acertadas.
Otra de las recomendaciones es buscar refugio en donde puedas proteger tu cabeza y cuello con tus brazos.
Durante el movimiento telúrico, no debes utilizar los ascensores; estos pueden quedar detenidos o presentar problemas en medio del movimiento telúrico.
Las autoridades han calificado como un mito considerar que el baño sea un lugar seguro, y según indican, este lugar no es seguro porque las paredes se pueden desprender, y la persona que se encuentra allí puede quedar bajo los escombros.
Otro de los consejos mencionados es alejarse de las ventanas y tampoco pararse debajo de lámparas u objetos que cuelgan en nuestros hogares u oficinas, ya que estas zonas son consideradas como zonas de riesgo cuando se registran fuertes sismos.