Casos de impacto financiero plantean un nuevo escenario en relaciones con EE.UU.

Los acontecimientos históricos de Panamá, han estado vinculados a la lucha por lograr su soberanía y mantener las relaciones con los Estados Unidos.

Hoy, esas relaciones cobran nueva relevancia, porque se trata de una relación que "invade el campo comercial", que establece nuevas figuras de intervención de los Estados Unidos y una nueva dinámica que implica en el caso de la investigación que se sigue en Panamá contra el expresidente de la República, Ricardo Martinelli, una posible extradición en medio de trámites.

Otros de los casos donde se vincula la relación de Panamá con los Estados Unidos, es la de los empresarios panameños Abdul Waked, Nidal Waked y el caso de los mal llamados “Panamá Papers”.

Luego que el departamento del Tesoro estadounidense decidiera incluir a los empresarios Waked en la llamada “Lista Clinton”, por su supuesta vinculación con el narcotráfico, no han dejado de surgir diversas teorías y reacciones.

Para Samuel Lewis Navarro, exvicepresidente y excanciller de la República, “este no es un problema de Estado a Estado, es una medida administrativa de los Estados Unidos, que tiene un claro impacto en Panamá, sobre todo en la generación de empleos y los panameños que se verán afectados por las medidas”.

Para ello, el grupo empresarial Waked, ha contratado una firma de abogados en los Estados Unidos muy prestigiosa (William & Connolly), que va a defender su honra, y por el otro lado el Estado panameño ha entrado como facilitador para efecto de preservar los empleos, jugando un papel como nunca antes se había hecho.

Pensar que esto es un tema contra Panamá, es un contrasentido, sobre todo porque estamos dejando de lado las cosas positivas que hay en el país y una muestra de ello, es la ampliación del Canal que debe ser de trascendencia global y no está siendo disfrutada, porque estamos en la zozobra de que sí estamos siendo atacados o no en nuestra soberanía”, señaló Lewis Navarro.

Por su parte, el expresidente de la República de Panamá, Arístides Royo, considera que la política y los países se concatenan, y al Estado panameño le debe preocupar porque no se trata de un club particular que hace la acusación, sino de una agencia del Estado norteamericano, pero hay que decir que cualquier hecho cometido dentro del territorio panameño tiene que ser investigado aquí y eso sí tiene que quedar claro.

A consideración de Luis Navas, profesor de la escuela de Relaciones Internacionales e historiador, en este caso no se ha afectado cualquiera empresa, sino empresas significativas y emblemáticas que han perjudicado a los trabajadores, la credibilidad en las transacciones financieras y comerciales, lo que es muy grave.

En el caso de Panamá, esta acusación contra Waked, no es casual a mi juicio, ya que se hace en un medio de una confrontación en América Latina para no volver a las manos de Estados Unidos. Y en el caso nuestro, es que en medio de una apertura de un nuevo Canal, debemos darnos a respetar. Entonces nosotros tenemos que aceptar mansamente que sus sospechas creíbles son lo suficientemente sólidas para destruir toda una serie de empresas y sí mañana se demuestra que son inocentes, que satisfacción le vamos a dar a esos empresarios, a esos panameños que no duermen”.- Luis Navas-

Para Aurelio Barría, dirigente de la Cruzada Civilista y empresario panameño, para los Waked, esto representa “una muerte financiera”, porque cuando se empiezan a perder las representaciones comerciales y las relaciones bancarias, esto lleva a que la empresa como ha sido anunciado, tenga que traspasar sus acciones a terceros.

Por su parte, la diputada independiente y exprocuradora de la Nación, Ana Matilde Gómez, señaló que Panamá podría ganar un reposicionamiento global a raíz de la ampliación del Canal, y es necesario el posicionamiento institucional como algo imperativo y ético de recomposición nacional.

Finalmente, los panelistas del programa Radar concluyeron en que existe un gran reto como país y un gran compromiso para lograr esa proyección internacional con respeto, por encima de las diferencias políticas.