Registro de más de mil muertos durante el primer día de la Invasión desapareció del Santo Tomás

Hay quienes vivieron tan de cerca la tragedia vivida con la Invasión del 20 de diciembre de 1989, que por mucho que quieran olvidar, sus memorias quedaron marcadas de por vida. Ese es el caso del encargado de la morgue del Hospital Santo Tomás al momento de la Invasión.

Saturnino Solís dice que llegaba a su casa cuando se enteró que había una invasión. De inmediato se regresó a la morgue del Hospital Santo Tomás y vio una escena para no olvidar.

“Comenzaron a llegar los carros transportando cadáveres, carros de los gringos, carros volquetes. Traían cantidad de cadáveres. Íbamos anotando en un libro que tenemos de entrada. Siguieron llegando cadáveres, principalmente panameños, uno que otro extranjero”, relató Solís.

En estos 30 años desde la Invasión a Panamá, todavía no se sabe con exactitud cuántas personas perdieron la vida por el ataque militar de Estados Unidos. Solís dice que fueron tantos muertos que se perdió el control, pero menciona otras razones por las que no hay constancia de un promedio de fallecidos en Panamá.

“El segundo día no encontré el libro. Parece que los gringos lo habían agarrado. Después encontramos el libro sin hojas, le faltaban unas 10 o 12 hojas donde íbamos anotando los cuerpos. Son libros grandes, cabían unos 100 nombres en cada hoja”, detalló Solís.

Solís dice que, sin temor a equivocarse, calcula más de mil muertos. Recuerda claramente cómo los apilaron en la morgue del Santo Tomás.

“Íbamos colocando los cadáveres en fila, uno a uno hasta acabar el espacio de la morgue que era de unos 50 pies de ancho. Después uno arriba de otro porque no cabían de otra forma. Las neveras solo tenían capacidad para unos 35. Es difícil recordar todo esto. Trato de olvidar y no se puede”, señaló Solís.

El exfuncionario del Santo Tomás es una de las personas que reclamaba que el 20 de diciembre debía ser declarado Día de Duelo Nacional.