Reacciones por concentración de poder en nombramientos de presidente Cortizo
Con la renuncia de la procuradora de la Nación, Kenia Porcell, se suma una figura más que deberá ser designada por el presidente Laurentino Cortizo. Algunos advierten la concentración de poderes que tendrá el gobernante, Partido Revolucionario Democrático (PRD).
Hasta este martes, el presidente Cortizo tenía como tareas pendientes designar a tres magistrados en la Corte Suprema de Justicia (CSJ) y a un total de seis suplentes de magistrados.
Pero con la renuncia de la Procuradora de la Nación, ahora deberá nombrarle a un reemplazo.
Juan Carlos Araúz, presidente del Colegio Nacional de Abogados, considera que el reto del Presidente de la República es saber que país quiere él, “sabemos que país recibió, cual país nos va dejar en cinco años. Se abre la reflexión sobre una justicia objetiva, profesional e independiente”.
Antes de conocerse sobre la renuncia de Porcell, el PRD ya tenía mayoría en la Asamblea Nacional, la Contraloría General de la República, la Fiscalía Electoral y la Defensoría del Pueblo, concentración de poder que causa preocupación.
“Es un peligro, aquellos puestos de control que están en la Constitución han quedado todos concentrados en un partido político que ganó la presidencia”, indicó la exprocuradora Ana Matilde Gómez.
El exmagistrado Edgardo Molino Mola dice que es necesario echar por tierra el recién aprobado paquete de reformas constitucionales porque éste no incluye, por ejemplo, la forma de nombrar al Procurador de la Nación.
“Si es verdad que el Presidente, tiene interés en tener una Constitución más democrática que comienza a establecer en la reforma de limitaciones al poder exagerado del mandatario, que deje de nombrar a procuradores, magistrados, dar indultos, rebajar penas y llamar a sesiones extraordinarias a la Asamblea”, expresó Molino Mola.
Algunos advierten que una vez aprobado el paquete de reformas constitucionales, se permite la modificación de artículos, pero no la inclusión de temas nuevos o no debatidos en la primera legislatura.