Realizan primeras necropsias a los cuerpos de los niños asesinados en la comarca Ngäbe Buglé

El Instituto de Medicina legal y Ciencias Forenses (IMELCF), realizó las primeras experticias científicas a los cinco cuerpos, que corresponden a cuatro menores de edad y un adulto que fueron ubicados el pasado 2 de julio del 2023, en Río Chiriquí, distrito de Kankintú, Comarca Ngäbe Buglé.

El fiscal de la Sección de Homicidio y Femicidio de la Fiscalía Regional de Bocas del Toro, Juvencio Caballero Solé, indicó que las mismas fueron realizadas por un antropólogo forense y un odontólogo forense y con ello se espera obtener los primeros resultados que permitan determinar las causas de muerte y el tiempo de fallecimiento hasta cuando fueron ubicados los cadáveres.

Igualmente fueron extraídas muestras para la realización del ADN que serán cotejadas con la madre de las víctimas y otro familiar por parte del padre, a fin de corroborar la identidad de manera efectiva.

Todas estas diligencias fueron realizadas en la morgue judicial en la provincia de Chiriquí, por lo cual una vez concluidas, los cuerpos serán trasladados hasta la provincia de Bocas del Toro, en espera los resultados de lo realizado.

Los hechos

El pasado 2 de julio del 2023 un hombre que se dirigía a su finca dio con el macabro hallazgo de cinco cuerpos en una comunidad apartada en el corregimiento de Río Chiriquí, Distrito de Kusapín, Región Ño-Kribo en la comarca Ngäbe-Bugle. En el lugar se encontraron osamentas de cuatro menores de edad y el cuerpo suspendido de un hombre de entre 35 y 45 años.

Informes extraoficiales de las autoridades señalan que podría tratarse de los restos de un hombre y cuatro niños que se mantenían desaparecidos desde el mes de junio. Se presume que este hombre, padre de los niños, le quitó la vida a sus hijos y posteriormente haya acabado con su propia vida.

Según versiones de los lugareños, el supuesto hecho pudo haberse dado después de tener conflictos con su pareja, la madre de los niños, lo que habría llevado al hombre a cometer violencia vicaria, es decir, hacerles daño a los niños para vengarse de la madre.