Presentan ante organizaciones el índice de vulnerabilidad del cambio climático en Panamá
Con el mapa de vulnerabilidad se podrá sustentar políticas de adaptación, planes de desarrollo y ordenamiento territorial y apoyar en la gestión del riesgo climático en las zonas con mayores amenazas.
El Ministerio de Ambiente (MiAmbiente) presentó formalmente ante organizaciones nacionales e internacionales el Índice de Vulnerabilidad al Cambio Climático de la República de Panamá.
Este reporte fue elaborado por un equipo de la Dirección de Cambio Climático de MiAmbiente y representa un esfuerzo pionero por plasmar la situación actual de las zonas del país con exposición a constantes amenazas de origen climático.
Ligia Castro de Doens, directora nacional de Cambio Climático explicó que la pandemia mostró en el último año, un escenario crudo y real de los efectos de la crisis climática en la salud, el desarrollo económico de las naciones y en la calidad de vida de los ciudadanos.
“Conscientes de la condición de Panamá como un país altamente vulnerable y expuesto ante amenazas de origen climático, estamos trabajando en una perspectiva de acción climática orientada a la descarbonización de la economía, la gestión de la vulnerabilidad, del riesgo climático, que nos permita incrementar resiliencia climática a nivel nacional, local y sectorial”, dijo Castro de Doens.
La entidad recalcó que, para el desarrollo de esta herramienta se estudió una serie de indicadores tanto climáticos y biofísicos como socioeconómicos que ayudaron a identificar los territorios y más propensos a amenazas, y así trabajar en esas áreas para adaptarlos al cambio climático.
Por su parte, Adriana Calderón de la Dirección de Cambio Climático detalló los resultados, mencionando las comarcas indígenas como áreas de mayor vulnerabilidad al cambio climático. Ese es el caso de la Comarca Ngöbe-Buglé, además de corregimientos en Bocas del Toro y en la zona norte de Veraguas que demuestran tener una capacidad adaptativa muy reducida.
Por otro lado, el área de Guna Yala, corregimientos de Darién y la comarca Emberá aparecen identificados en el mapa con valores altos de vulnerabilidad al igual que el área sur de Veraguas y Los Santos por sus indicadores de niveles socioeconómicos y capacidad adaptativa reducida.
Según MiAmbiente, hay evidencia que Panamá se ve afectado por lluvias intensas que provocan inundaciones, y también por períodos extensos de sequía que afectan las actividades agropecuarias y sociales, sin dejar de mencionar el inminente aumento del nivel del mar, desapareciendo lentamente geografía del territorio tanto del Atlántico como del Pacífico.
“Y no solo se trata de la pérdida de tierra, sino también impactos irreversibles como la acidificación de los océanos, intrusión salina, pérdida de biodiversidad, degradación forestal y en algunas ocasiones pérdidas de vidas”, explicó Castro de Doens.
Durante la presentación se conoció sobre la experiencia de Costa Rica y República Dominicana en la confección de herramientas similares que serán claves para la formulación de planes y acciones a seguir.
Alba Milena Ruiz, especialista en Adaptación al Cambio Climático del Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente PNUMA, explicó los desafíos que hay que superar en Latinoamérica. “La falta de un abordaje integral ante la gestión del riesgo de desastres que tiende a quedarse en la fase de atención a la emergencia una ocurre el hecho, sin abordar las fases de conocimiento y reducción del riesgo, es el desafío más importante que superar”, dijo la experta.
De acuerdo con las proyecciones, el impacto económico de los daños por huracanes en América Central y el Caribe para los próximos 4 años podría ser de 30 mil millones de dólares o más, asevera Ruiz, por lo que recomienda a las naciones la ejecución de planes de adaptación y riesgo al cambio climático.
Panamá abordará la vulnerabilidad con el desarrollo del Plan Nacional de Adaptación, que incluye a más de diez sectores y contará con información de vulnerabilidad y riesgo climático para tener la evidencia necesaria y asumir las acciones pertinentes.
Este primer ejercicio de construcción de un Índice de Vulnerabilidad es la base para buscar nuevos indicadores siendo los próximos pasos de la Dirección de Cambio Climático, la construcción y formulación de los mapas de riesgo climático por sector económico, así como también se levantará un estudio de vulnerabilidad costera ante el ascenso del nivel del mar.