Preocupa que se genere una nueva ola de migrantes haitianos como ocurrió tras el terremoto de 2010

El terremoto ocurrido el pasado sábado se convierte en otra calamidad por la que pasa Haití, “un país que ha sufrido muchísimo”, de acuerdo con declaraciones de la ministra de Relaciones Exteriores de Panamá, Erika Mouynes.

Advierte que aún no se ha logrado determinar la cantidad exacta de muertos y se espera que van a ser más, sumado a que los hospitales están colapsados y se prevé la llegada de una tormenta en los próximos días.

Así las cosas, Mouynes explicó que Panamá se ha unido con Chile en acciones coordinadas para llevar insumos a la nación caribeña.

En tanto, un avión chileno lleva a Haití la ayuda humanitaria enviada por el país suramericano y posteriormente se traslada a Panamá para buscar la ayuda panameña y llevarla a su destino.

Este lunes 16 de agosto se ha abierto un centro de acopio para ayuda humanitaria en el parque Omar, para que el pueblo panameño apoye en esta calamidad.

La ministra de Relaciones Exteriores ya se ha contactado con la embajada de Panamá en Haití, cuyo personal se encuentra bien y han habilitado acciones en caso de que hubiese algún panameño en este país.

El terremoto llegó en un momento en que Haití pasa por una seria crisis política tras el asesinato de su presidente.

Mouynes recordó que el mayor número de migrantes que pasan por Panamá son de nacionalidad haitiana, y en 2010 cuando hubo un fuerte terremoto se generó un masivo éxodo.

“Hay muchísima preocupación del manejo que pueda lograr el gobierno de mantener el control, la paz y la tranquilidad”, sostuvo la canciller panameña.

Mouynes dijo que es muy posible que esta situación vuelva a repetirse.

Panamá y varios países de la región analizan los mecanismos para lograr ordenar el flujo migratorio.

La canciller ha solicitado a los panameños que se sumen apoyando a los haitianos, haciendo donaciones en los centros de acopio.