Premio nobel anuncia juicio por quema de embajada
GUATEMALA (AP) — La Premio Nobel de La Paz Rigoberta Menchú esperó 34 años para llevar a juicio al ex jefe policial Pedro García Arredondo, a quién considera uno de los responsables de la quema de la embajada de España en 1980, en donde murió su padre Vicente Menchú."Fueron 37 personas que fueron quemadas vivas, si bien no están presentes hoy pero aquí está su memoria y nuestra voz", dijo la Premio Nobel de 1992 entre lágrimas y conmovida en una conferencia de prensa.
La Nobel, que será querellante adhesivo en el caso, anunció que el miércoles iniciará el debate en el que se juzgará a García Arredondo por la muerte de 37 personas, entre ellas ocho funcionarios de la embajada español. El ex policía estaba al frente del comando que impidió la salida de los ocupantes de la sede diplomática cuando se registró un incendio.
La quema de la Embajada de España se produjo el 31 de enero de 1980 cuando campesinos, obreros, estudiantes, catequistas e indígenas, ocuparon las instalaciones de la Embajada buscando denunciar las masacres que ocurrían en el marco de la guerra Guatemala.
Tras la ocupación del edificio, la policía cerró las puertas y no permitió salir ni entrar a nadie cuando se produjo el incendio. Solamente sobrevivió el entonces embajador español Máximo Cajal y López.
Cajal y López, falleció hace un par de años pero dejó su testimonio como prueba anticipada, la cual será expuesta en el juicio.
Arredondo que entonces era entonces jefe del comando seis a cargo de investigaciones y detenciones y uno de los cuerpos policiales más temidos en el marco de la guerra, será juzgado por los delitos de asesinato y deberes contra la humanidad.
"Mi padre...era un líder campesino, era trabajador del campo, buscó siempre liderar la comunidad... Vicente Menchú también encabezó ese día (la protesta) y gracias a eso muchos crímenes se conocieron en Guatemala y el mundo se compadeció de nosotros", dijo la Premio Nobel.
Guatemala vivió una cruenta guerra durante entre 1960 y 1996 que llegó a su fin tras la firma de unos acuerdos de paz , pero dejó al menos 245.000 muertos y desaparecidos según un informe de Naciones Unidas.