El PRD celebró su aniversario entre pugnas, acusaciones y un torrijismo dividido

El Partido Revolucionario Democrático celebra 44 años de fundación en medio de divisiones, pugnas, acusaciones de secuestro, narco política y con la esperanza de repetir en el poder, pero con muy bajo nivel de aceptación popular.

El que todos llaman el partido de Omar, ha perdido grandes figuras fundadoras del colectivo y militantes que por años defendieron la forma de dirigirse del colectivo, pero que en los últimos años han dicho, ya no se siguen los ideales “Torrijistas”.

Es el partido más grande del país, con más de 700 mil adherentes, sin embargo, la gran pregunta que muchos se hacen es: ¿les servirán para ganar las elecciones del 2024?

Sus figuras son: un diputado de la Asamblea Nacional, Crispiano Adames, que en sus discursos desde el hemiciclo ha señalado las actuaciones del Ejecutivo y el Judicial, ponderando y respaldando las del Órgano del que es Presidente.

Un vicepresidente, José Gabriel Carrizo, que desde muy temprano se sabía que sería el ungido para abanderar el partido en las próximas elecciones, que fue señalado por escándalos de supuesta corrupción durante la pandemia y que carga con el desgaste político del actual gobierno.

Y un exdiputado, Pedro Miguel González, que tras perder las elecciones del Comité Ejecutivo Nacional (CEN), ha hecho fuertes señalamientos contra la dirigencia del partido, manifestándose en contra de la reserva de candidaturas a puesto de elección popular, aduciendo que viola los decretos democráticos del colectivo.

El alcalde capitalino José Luis Fábrega fue uno de los miembros del partido que reaccionó a la celebración en su cuenta de Twitter y posteó: “nuestra voluntad es tan firme como el primer día. La patria necesita de nuestro aporte para asumir los retos que enfrentamos. Porque ¡Este pueblo es PRD!”.

Por su parte, González, dijo que “En este 44 aniversario debemos reafirmar nuestras convicciones para hacer del PRD, el instrumento de la transformación que Panamá necesita”.

Una de las muestras de la profunda crisis a lo interno del colectivo son las actuaciones del expresidente, Martín Torrijos, que, tras años en el silencio, ahora ha vuelto a la palestra para señalar directamente situaciones negativas que, según él ocurren dentro del partido. Entre sus aseveraciones pesa el secuestro del mismo por una facción que “no le importa si son gobierno o no, solo sus intereses”, y la infiltración del narcotráfico, además de decir que no se siguen los ideales de su padre.

Torrijos anunció en la última semana sus aspiraciones a la Presidencia de la República, pero fuera del PRD.