Personas con discapacidad visual viven su primera experiencia en la Ciclovía
Una vez al mes en la Ciclovía de la Cinta Costera, el espacio público que diariamente ocupan los autos, se adecua para que las personas hagan actividades físicas y compartan en sociedad, aunque no puedan ver el entorno.
Manejar bicicleta puede ser algo común en la vida de alguien. De niños se toma un tiempo y algo de práctica poder dominar el equilibrio y anda, pero hay quienes no tienen en su vida entera esta oportunidad.
Personas con discapacidad visual como Yeritzel experimentarían por primera vez estar sobre una bicicleta.
Integrantes de Voluntarios Panamá, como guías del recorrido, comparten con miembros del Patronato Luz del Ciego y otros beneficiarios, todo lo que hay en el entorno.
Más que incluir, se busca hacer justicia social, para que todos los integrantes de la sociedad puedan tener un espacio en la convivencia en lugares públicos.
Por ahora solo algunos cientos de beneficiarios han participado, aunque se estima que más de 80 mil panameños viven con una discapacidad visual, por lo que necesitan más apoyo para ampliar su impacto.