Papa Francisco aborda la preocupación de los jóvenes del mundo durante almuerzo

Unos diez jóvenes tuvieron la oportunidad de conversar muy de cerca con el papa Francisco sobre problemas globales y las realidades de sus países, en un encuentro privado durante la Jornada Mundial de la Juventud (JMJ).

Una experiencia esperanzadora y de humildad, describieron siete de los elegidos para este momento con el pontífice argentino en el Seminario Mayor San José.

Se habló durante el almuerzo sobre abuso sexual, cristianos perseguidos en Palestina, cambio climático, unidad en la Iglesia católica y cómo atraer nuevamente a aquellos jóvenes que se han alejado de la institución presidida por Francisco.

Emilda Santo Montezuma, de 21 años y proveniente de la comarca Ngäbe Buglé, representó a la juventud indígena en el almuerzo con Francisco, quien ha reconocido a los pueblos originarios durante sus discursos con motivo de la JMJ.

A la joven le sorprendió ser una de las seleccionadas para este momento privado con el papa argentino, al que agradeció por el mensaje de su encíclica Laudato Si, que insta al cuidado de la Casa Común.

Santo Montezuma se siente gratificada por la oportunidad, que describió es de "todos los pueblos indígenas de Panamá, de América Latina y del mundo".

"Ha sido un momento muy importante tener esta experiencia, de este acercamiento del papa a nuestros pueblos", manifestó la chica, que poco antes de viajar a la capital panameña para la JMJ, participó en el Encuentro Mundial de la Juventud (EMJI) en Soloy.

"Tenemos el apoyo de una persona con tanta sabiduría como el Papa, con esa cercanía que tiene a nosotros, que brinda esa esperanza", destacó Santo, quien indicó, el pontífice les exhortó a "ser líderes", revolucionarios, ante problemas globales como el cambio climático y la poca respuesta de los gobiernos locales.

“Yo le pregunté al santo padre cuánto duerme en la noche. Me dijo que seis horas, pero que reza mucho. Le dije que tenía que cuidarse”, relató Bedwin Taitus de India entre risas, que asistió al encuentro con Francisco en representación de la organización Jesus Youth Internacional.

Taitus agregó que el santo padre les comentó que siempre tiene a este país asiático “muy cerca de su corazón”.

Brenda Noriega, una joven de origen mexicano que llegó a Estados Unidos como migrante y actualmente reside en San Bernardino, Califonia, presentó a la mesa una situación que afecta a miles de personas en el mundo y por la que la Iglesia ha sido apuntada. El abuso sexual.

“El Papa dijo que es un crimen terrible y dijo que la Iglesia no apoya ninguno de estos crímenes”, resaltó Noriega a la prensa acreditada. “Nos recordó que es importante acoger a las víctimas, acompañarlas, orar”.

La joven dijo, que a pesar de no tener tez blanca u ojos azules, representa la nueva cara de la Iglesia estadounidense, a donde el 60% de los católicos es hispano.

Dana Daoud Salah de Palestina tuvo la oportunidad única de describir la realidad de su país y preguntar a Francisco qué hará la Iglesia para proteger a los cristianos perseguidos y las tierras, enlazadas con la historia de esta religión.

“Mi experiencia fue una muy vulnerable, me sorprendió y el almuerzo fue muy interesante”, contó a los medios. “Dijo que Palestina siempre será la tierra de Jesús y los cristianos siempre permanecerán como de Palestina (…). Nos ayudará a preservar nuestra existencia. Es un ángel actualmente, protegiendo a la Iglesia católica en Palestina”.

Nayire Kobalora, oriunda de Burkina Faso, preguntó al papa durante la comida sobre las acciones que se podrían tomar para atraer nuevamente a los jóvenes de su país que se han alejado del catolicismo. “Fue formidable. Me dijo que hay que crear actividades para la juventud, para que regresen”, comentó.

A Miguel Ángel Croche de España le sorprendió la “humildad y naturalidad que desprende por todos sus poros” Francisco, aspectos que se perciben desde fuera y que ha podido comprobar durante el encuentro con el santo padre.

“Habla claro y no hay que descifrarle”, expresó el joven español, de Madrid. “Nos dijo que hay que escuchar a nuestros mayores. Hay que aprender de las personas mayores y nuestro pasado”.

Dennis Montano de Australia representó a Oceanía en el almuerzo con Francisco. Éste describió al sucesor de Pedro como una “persona suave y abierta” a lo que querían compartir.

El australiano le preguntó al Papa cómo la Iglesia puede permanecer unida, a lo que respondió es importante trabajar unidos y no dejar espacios para "peleas acerca de ideologías". “Trabajar juntos para un mundo mejor”, manifestó.

Los jóvenes claman por espacios y ser una voz activa en los diálogos sobre situaciones globales, que repercuten en su futuro.

"Lo que necesitamos es un espacio entre los líderes, de ser protagonista, de ser parte de las conversaciones y no solo invitarnos cuando la mesa está servida", concluyó la mexicana - estadounidense, Noriega.

En el almuerzo también participó el arzobispo de Panamá, José Domingo Ulloa, que salió "conmovido por el nivel de la conversación con los jóvenes", informó el director de Comunicaciones de la JMJ, Eduardo Soto, a los medios.

El papa Francisco participará este sábado en la tarde en la vigilia de la JMJ, en la que se esperan cerca de 250 mil personas.