Reacciones por decisión de colocar segunda dosis en Panamá a personas vacunadas en el extranjero
Luego que las autoridades del Ministerio de Salud (Minsa) acuerparan la decisión de permitir a quienes viajan al extranjero a vacunarse contra la COVID-19 y que reciban su segunda dosis en Panamá, surgieron reacciones.
“No me parece correcto que la gente que se vacunó en el extranjero reciba la segunda dosis acá por encima de la enorme cantidad de personas de riesgo (mayores de 60 años, individuos con comorbilidades, embarazadas) que faltan por vacunar en el país y que no tuvo recursos para viajar”,expresó el doctor Xavier Sáez-Llorens desde su cuenta de Twitter.
“Aunque son panameños con derechos, las prioridades en salud pública son claras. Si hubiese suficiente número de vacunas para todos en este momento sería factible la posibilidad. No debe haber personas VIP. Los que salieron sabían que tendrían que volver para la segunda dosis”, agregó el galeno.
Otro que secundó la opinión del doctor, fue el abogado Ernesto Cedeño, quien consideró que, “no puede ser que las personas que tienen recursos y fueron a vacunarse en el extranjero para optar por la primera dosis, porque conocen a alguien en gobierno rompan el plan de vacunación.
Sin embargo, el director nacional de la Secretaría Nacional de Ciencia, Tecnología e Innovación (Senacyt), Eduardo Ortega, aclaró que solo se debe administrar la segunda dosis a aquellos que hubieran tenido que vacunar por corresponderle su grupo de edad o comorbilidad, de acuerdo al circuito.
Su aclaración se originó, luego que expresara en su red social, Twitter, que, “cualquier panameño que haya recibido la primera dosis en el extranjero y que pertenezca a grupos de riesgo siendo vacunados en Panamá (+60 años, crónicos, etc), de acuerdo a al plan y fases, se le debe completar su segunda dosis, así como lo haría con cualquier otro panameño”.
Pero, otro que mostró su malestar fue el diputado independiente, quien dijo que él propuso un anteproyecto para fijar las etapas de vacunación y evitar desorden, porque considera que nadie debe saltarse la fila.
“Ni políticos corruptos, ni personas pudientes que viajan, ni nadie. Harto de que vacunen a los amigos del poder. La prioridad debe ser los adultos mayores, y pacientes crónicos”, escribió Vásquez.