Panameña que recibió intercesión participó en beatificación del padre Solano en EEUU
La Iglesia Católica en Detroit, Michigan, Estados Unidos realizó los actos de beatificación del fraile Capuchino Solano Casey OFM, luego que una panameña recibiera la intercesión de este Venerable.
Se trata de Paula Medina Zárate, quien recibió el milagro hace cinco años durante una visita al monasterio donde se conserva el cuerpo del fraile Capuchino, que murió en 1957 con fama de santidad.
La celebración solemne de beatificación tuvo lugar el sábado 18 de noviembre, en Detroit, Michigan y fue transmitida a varios países de América Latina, a través del canal católico EWTN.
Medina tuvo el honor de llevar la reliquia del nuevo beato en el momento de la proclamación en el altar.
El arzobispo de Panamá, José Domingo Ulloa resaltó en su momento que este es un signo de “la mirada misericordiosa del padre de este pueblo panameño”.
¿Cómo se dio el milagro?
Se conoció que Medina se ha dedicado a la juventud, con desprendimiento y mantuvo “su espíritu inquieto a pesar de la difícil enfermedad que le aquejaba”.
Durante muchos de estos años fue una fuerte colaboradora en el trabajo pastoral, especialmente en su con la juventud y con madres solteras en las parroquias de Pacora y Chepo.
Luego de su jubilación como educadora, fue invitada a visitar a los Capuchinos en Estados Unidos por un tiempo de descanso en septiembre de 2012.
En Norteamérica, visitó los trabajos de los Capuchinos en Detroit, Michigan.
La causa de canonización de Solano Casey fue introducida en 1961 y actualmente 10 mil personas visitan anualmente su tumba.
Medina no conocía al fraile, pero una vez que entró en el Centro Solano Casey y vio su tumba cubierta en notas de papel preguntó a un sacerdote de qué se trataba.
Ella se sintió movida a arrodillarse frente a la tumba y escribir peticiones para toda la gente que tenía en su corazón.
Cuenta que al levantarse escuchó una voz en su interior que le preguntó ¿Y usted? ¿Qué desea usted?
Sorprendida volvió a arrodillarse y con emoción rezó por sí misma.
Medina nació con una enfermedad en la piel que es genética, sin curación. Tras orar sintió cambios en su cuerpo: “calor y frío profundo en su alma”.
Poco a poco donde hubo enfermedad, ahora solo había la piel semejante a la de un niño.
Hasta el día de hoy la enfermedad no se ha manifestado.
Fue examinada por varios dermatólogos y ninguno pudo explicar este hecho.
El caso pasó por diferentes instancias de investigación eclesiásticas, incluyendo la Arquidiócesis de Detroit y dos tribunales en el Vaticano.
En mayo pasado, siendo que ninguno pudo explicar el caso médico, los teólogos del Vaticano aseguraron que el favor estaba conectado con la intercesión del padre Solano.
La fiesta del nuevo beato será celebrada en las Iglesias de Estados Unidos y de los Capuchinos en el mundo entero.