Panamá se solidariza con Estados Unidos por atentado en New Orleans
Un vehículo a alta velocidad embistió a la multitud justo cuando se encontraban celebrando Año Nuevo.
El Gobierno Nacional, a través del Ministerio de Relaciones Exteriores, emitió un comunicado oficial para expresar sus condolencias ante la tragedia ocurrida en Nueva Orleans la madrugada de este 1 de enero de 2025 cuando un hombre estrelló su camioneta a toda velocidad contra una multitud que celebraba el Año Nuevo, matando al menos a 10 personas e hiriendo a más de 35, antes de ser abatido por la policía.
"En nombre del gobierno nacional, deseamos expresar nuestras más profundas condolencias por la tragedia ocurrida en Nueva Orleans el 1 de enero de 2025. Nuestros pensamientos y oraciones están con las víctimas, sus familias y todos aquellos afectados por este terrible suceso. En estos momentos de dolor, nos solidarizamos con el pueblo estadounidense y reafirmamos nuestro compromiso con la paz y la seguridad para todos", se lee en el comunicado.
El incidente ocurrió alrededor de las 3:15 de la madrugada en el corazón del famoso Barrio Francés de esta ciudad de Estados Unidos, que estaba lleno de gente celebrando la llegada de 2025. "El perpetrador, disparó contra nuestros agentes desde el vehículo cuando lo estrelló. Dos policías fueron tiroteados. Se encuentran estables", dijo en rueda de prensa la superintendenta de Policía Anne Kirkpatrick, al asegurar que el atacante "intentó atropellar a la mayor cantidad de personas posible". "Estaba decidido a provocar la masacre", añadió.
El FBI, que asumió el mando operativo de las investigaciones, confirmó la identidad del atacante, ya avanzada por medios de prensa, como un exmilitar estadounidense llamado Shamsud-Din Jabbar. Los investigadores barajan la posibilidad de que Jabbamr, de 42 años y originario de Texas, actuara como miembro de un grupo. "No creemos que Jabbar fuera el único responsable", dijo la agente especial del FBI Alethea Duncan, y señaló que se encontraron en la ciudad dos bombas caseras que ya fueron puestas bajo control.
Jabbar tenía una bandera del grupo Estado Islámico (EI), indicó en un comunicado el FBI, que intenta "determinar los posibles vínculos del sujeto con organizaciones terroristas". El vehículo utilizado fue una camioneta eléctrica Ford F150 blanca. El ataque se produjo apenas diez días después de otro similar en la ciudad de Magdeburgo, en Alemania, en el que murieron cinco personas y más de 200 resultaron heridas.
El presidente Joe Biden reaccionó advirtiendo que "no tolerará" ataques contra su pueblo. "No hay justificación para la violencia de ningún tipo y no toleraremos ningún ataque contra ninguna de las comunidades de nuestra nación", afirmó el jefe de Estado saliente en un comunicado.
Su próximo sucesor en la Casa Blanca, el republicano Donald Trump, relacionó a su vez el incidente con la inmigración irregular. "Dije que los criminales que están llegando son mucho peores que los que tenemos en el país (...) y terminó siendo cierto", escribió en redes sociales antes de que se conociera la identidad del atacante.
Agregó igualmente que la tasa de criminalidad del país "está en un nivel nunca visto", aunque, de acuerdo al FBI, los delitos violentos han disminuido drásticamente.
Según declararon testigos a la cadena CBS, un vehículo a alta velocidad embistió a la multitud justo antes de que su conductor saltara al suelo y comenzase a disparar un arma, a la vez que la policía respondía al fuego. La camioneta blanca atravesó una barricada "a gran velocidad". "Una vez que pasó junto a nosotros, escuchamos disparos y vimos a la policía corriendo en esa dirección", señaló a CBS Nicole Mowrer.
"Cuando cesaron los disparos, salimos a la calle y nos encontramos con muchas personas que habían sido alcanzadas. (Queríamos) ver qué podíamos hacer para ayudar", añadió.
Nueva Orleans es uno de los destinos más visitados de Estados Unidos y el incidente se produjo poco antes de que la ciudad albergue un importante partido de fútbol americano, conocido como Sugar Bowl, en el que participan equipos de la Universidad de Georgia y Notre Dame. "Vamos a asegurarnos de que nuestras rutas y el Superdome sean seguros hoy para el partido", dijo Kirkpatrick. Según las autoridades municipales, la vigilancia fue intensa durante el Año Nuevo, ya que la ciudad se preparaba para recibir a multitudes.