Panamá inicia proyecto para la eliminación de desechos peligrosos con mercurio
Panamá avanza ante sus procesos nacionales de eliminación de contaminantes peligrosos y, como parte de ello, celebró el taller de arranque ‘Gestión Ambientalmente Racional de Residuos Peligrosos que contienen contaminantes orgánicos persistentes (COP) y mercurio en Panamá’, que pone en marcha una serie de acciones de cara a cumplir los compromisos del país.
El proyecto será cofinanciado por el Fondo para el Medio Ambiente Mundial (GEF) con un monto no reembolsable de aproximadamente 2.73 millones de dólares y una contrapartida nacional de casi 19 millones de dólares para beneficio de la población en todo el país.
En los próximos meses se deberá concluir con el diseño de las acciones y áreas de intervención mediante un proceso participativo con actores clave.
Elvis Bósquez, subdirector General de Salud Ambiental, del Ministerio de Salud (Minsa), manifestó que, en el año 2018, Panamá actualizó el Plan Nacional de Implementación del Convenio de Estocolmo que rige los COP y desarrolló la Evaluación Inicial para la implementación del Convenio de Minamata para el mercurio.
En ambos estudios se llevaron a cabo inventarios de las principales fuentes de mercurio y de algunos COP utilizados en Panamá, como los bifenil policlorados presentes en transformadores de voltaje en la red eléctrica, el hexabromoclorododecano presente en materiales de construcción para el aislamiento, el mercurio en equipo usado en instalaciones de atención de salud; así como las dioxinas y furanos que resultan de las quemas a cielo abierto, entre otros.
Bósquez expuso que los citados estudios evidencian que la prioridad en Panamá debe ser centrarse en el control y gestión de los productos que tienen estas sustancias.
Uno de los continuos y graves problemas en el país es la disposición de esos productos al final de su ciclo. Productos contaminados con COP y mercurio que son tóxicos y nocivos para la salud y el ambiente son dispuestos mezclados con residuos domésticos, comerciales, entre otros sin previo tratamiento, en vertederos a cielo abierto, afectando así a toda la población. Tenemos en nuestros vertederos y en el manejo de nuestros residuos un talón de Aquiles, expresó.
Por su parte, Jair Urriola, secretario general del Ministerio de Ambiente de Panamá, reconoció que, a pesar de los avances realizados en virtud del Convenio de Estocolmo y Minamata, la producción, el uso y la eliminación de productos químicos aumenta rápidamente en los países en desarrollo. Estos cambios acelerados incrementan las oportunidades económicas, pero deben combinarse con programas e iniciativas mejoradas para una gestión racional de productos químicos y residuos. Explicó que con esto se elimina o minimiza los perjuicios significativos en la salud de los seres humanos, así como su impacto negativo en especies silvestres y ecosistemas terrestres, de agua dulce y marinos, si se tiene en cuenta los enlaces que hacen los desechos y la interconexión de los sistemas biológicos.
En tanto, Aleida Ferreyra, representante residente del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo, expresó que el PNUD tiene más de una década de acompañar a Panamá en sus procesos nacionales de eliminación de contaminantes peligrosos a través diversas iniciativas, para que el país avance en su cumplimiento como los primeros inventarios de COP y la elaboración del Plan Nacional de Implementación del Convenio de Estocolmo, actualizado recientemente.
El proceso es liderado por el Ministerio de Salud (Minsa) y cuenta con el apoyo del Ministerio de Ambiente (MiAmbiente) y el Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), abordándose durante el taller los objetivos del proyecto para la gestión de desechos peligrosos que puedan contener contaminantes orgánicos persistentes y mercurio, para proteger la salud humana y el ambiente en línea con los Convenios Internacionales de Estocolmo y Minamata ratificados por Panamá.