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Panamá: ¿Un país minero o de desarrollo sostenible?

Minera Panamá

Qué opciones tiene Panamá sin minería

Ciudad de Panamá, Panamá/La ambientalista y exalcaldesa de Panamá, Raisa Banfield, reaccionó al conflicto entre Minera Panamá y el Gobierno, asegurando que genera ‘preocupación’ la estrategia de la empresa de decir lo que quieren en detrimento del país, al igual que se está negociando sobre un contrato inconstitucional que es lesivo a la nación.

Banfield aseguró que una de las cosas que más le preocupa es que se habla de minerales colaterales como oro, plata y molibdeno, por los que no se está pagando regalías y solo se pague por el cobre que es el de menor valor en el mercado.

Recalcó que, lo que se tenía que hacer desde un inicio era redactar nuevas condiciones basados en estudio la rentabilidad de extraer minerales, convocar una licitación y que la empresa participara, porque “no hay nada que nos obligue a seguir con Minera Panamá”.

“No vamos a salir del hueco en el que estamos porque ellos por darnos cinco reales más quieren más prebendas y más tierras, es una forma de esclavitud moderna, de sometimiento al Estado panameño”, expresó.

La ambientalista destacó que, desde el gobierno de Ernesto Pérez Balladares no se ha hecho un estudio sobre las riquezas que hay, y cuánto se pierde con ese modelo extractivo versus los empleos que genere.

Destacó que actualmente la onza de oro cuesta 2,000 dólares, la de cobre 4.00 dólares, y las regalías se pagan por el cobre cuando pudieran estar sacando oro, litio, molibdeno y otros minerales que son incluso más caros que el oro en el mercado.

Además, señaló que las regalías que se entregan al país no es del total bruto que genera la empresa, sino del sobrante.

“Estamos hablando de 375 millones de dólares al año, cuando Panamá tiene un potencial de desarrollo en esa zona donde varias actividades juntas generan mucho más que eso y se quedan”, indicó.

Banfield recalcó que los más de 3 mil millones de dólares que dice que genera la mina anualmente no se quedan en el país, pero sí queda la destrucción y pérdida de recurso porque no se podrá usar más esa área.

“Esta es una decisión de Estado que lastimosamente la está tomando un grupito en el gobierno”, subrayó.

Para la ambientalista, el decidir que el país sea minero es decir adiós a un Panamá con desarrollo sostenible, indicando que ahora hay millones de dólares para proyectos verdes que son de inversión e incluso el ser carbón negativo es como tener una tarjeta de crédito, recalcando que en Costa Rica la deuda externa bajó gracias a la política sostenida de conservación.

Manifestó que en Panamá hay un grupo de organizaciones está trabajando en propuestas de las alternativas que tiene el país ante un escenario muy negativo que pone la minería, lo que permite una reconversión de los empleos a proyectos de sostenibilidad dentro de la zona.   

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