Panamá no debe recibir más migrantes de los que puede tramitar, afirma exdirector del Senafrot
Crisis migratoria
Ciudad de Panamá/Como paquetes turísticos, así se movilizan a miles de migrantes que utilizan las distintas rutas para llegar a Panamá y cruzar el tapón de Darién con destino a los Estados Unidos.
Es una crisis que nadie detiene y ha llevado al presidente de la República, Laurentino Cortizo a hablar del tema en la Asamblea de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) y que ha obligado a Panamá, Colombia y Costa Rica a reunirse en las últimas semanas. No obstante, unos 390 mil migrantes irregulares siguen cruzando pese a la campaña –de que Panamá no es una ruta es una selva y se espera que a finales del año unas 500 mil personas hayan atravesado esta zona.
Por ello, para Frank Ábrego, exjefe de la extinta Policía Nacional Fronteriza y del Servicio Nacional de Frontera, el país debe tratar de liderar con fuerza para decir que no se pueden recibir más de las personas que se pueden tramitar.
De acuerdo con Ábrego, Panamá ha tratado de negociar con Colombia que el volumen de migrantes que ingresa a su territorio pueda ser contralado a través de una huella dactilar o documento para filtrar el flujo migratorio y según Ábrego, en ese sentido Colombia no ha cooperado. Agregó que físicamente no cree que se pueda cerrar la frontera, porque es un tema más que diplomático.
“Colombia ha liderado muchas de las mesas regionales de trabajo y al final no ha dado respuestas, más bien mira hacia otro lado y lo dicen las investigaciones periodísticas de campo
¿Qué está obligando a los migrantes a seguir saliendo de sus países?
Ábrego recordó que hace más de 16 años la mayoría de personas que cruzaban por el Darién no pasaban de las 20 personas por año. Posteriormente con los problemas de la guerrilla en la frontera esto bajó grandemente. Incluso aseguró que se llegó a tener control de la frontera, pero el panorama cambió y empezaron a presenciar la llegada en grandes cantidades de cubanos, ecuatorianos, colombianos, africanos, pakistaníes, indostanes. Igualmente, empezó a aumentar el volumen de 15 a 20 personas de 1,500 a 2,000.
Aclaró que los migrantes irregulares no llegan caminando a la frontera de Panamá, sino en lanchas y una vez allí utilizan caballos les cargan las mochilas, les dan comida en el camino. Esto, hasta llegar a la frontera con Panamá.