Panamá necesita una cultura de mantenimiento preventivo en edificios para evitar la tragedia de Miami
Los trágicos accidentes ocurridos en edificios por supuestas fallas estructurales durante los últimos años han llevado a la Fundación Consciencia Ciudadana a presentar un proyecto de ley para responsabilizar civil y penalmente a los diseñadores y constructores en caso de percances, además, propone que sean las Juntas Directivas las de los PH los encargados de corregir fallas estructurales.
Sin embargo, sobre el tema se avanzó con el Decreto Ejecutivo 142 que reglamenta la Ley 226 que regula las normas de diseño y edificación.
Cristian Ábrego, vocero de la fundación aclara que, en las edificaciones con más de 40 años, que requerirían una mayor inversión que los propietarios no podrían entrar, es un punto que hay que revisar, ya que se tendría que determinar en qué caso el Estado entra a intervenir.
Destacó que este es un proceso para entrar a detalle y estudiar todo lo que pueda surgir a futuro.
Agrego que, existen edificios en la Avenida Balboa con más de 40 años, que, con la humedad, el salitre y otras situaciones los hace similares al que colapsó en Estados Unidos.
“Los edificios que hay en Panamá son muy parecidos a los que hay en Miami, las edificaciones cercanas al mar están sometidas a humedad y condiciones de salinidad que afectan los elementos estructurales. Estamos hablando de edificios que están muy cercanos al mar, que tienen más de 40 años de edad y que necesitamos empezar una cultura de mantenimiento preventivo”, expresó.
Ábrego dijo que este es un tema del que no se habla hasta que ocurre la tragedia, por lo que es importante hacer diagnóstico periódico de las mismas y realizar las adecuaciones necesarias antes de que ocurran accidentes, agregó que con el tema económico post covid hay que ser muy cuidadosos con el uso de materiales baratos.
Reiteró que es necesario crear una cultura de mantenimiento preventivo y tener esa conversación ahora.
Por su parte Javier Navarro, del Centro de Ingeniería Experimental de la Universidad Tecnológica de Panamá, dijo que las edificaciones se diseñan para 100 años de vida útil, pero para que esto se cumpla se deben realizar los mantenimientos requeridos y evitar que los elementos que los rodean dañen el mismo.
Navarro señaló que hay que darle mayor importancia a las escuelas y hospitales, porque en caso de desastres naturales, estas deben servir.
Recomendó a los encargados de los edificios como el Tuira, Chucunaque y Barraza, que fueron construidos en la década de los 70, que hagan evaluaciones de los mismos, verificar si hay coloraciones de oxidación o de una sustancia blanquecina que son síntomas de edificios enfermos.
Destacó que por motivos de economía en Panamá se utiliza el hormigón reforzado que podría causar daños a la estructura, que es lo que ellos verifican y a través de modelos matemáticos pueden determinar si la estructura sigue estando vigente para las cargas vivas y muertas que se imponen para su vida útil.