Cancilleres conforman equipos para implementar medidas específicas por migración irregular

Este 11 de agosto, Panamá presidió una reunión de alto nivel para tratar de encontrar respuestas urgentes a la crisis migratoria. Este encuentro virtual estuvo dirigido por la ministra de Relaciones Exteriores, Erika Mouynes.

Los ministros de Relaciones Exteriores de Brasil, Colombia, Costa Rica, Chile, Ecuador, México y Panamá, acompañados por el vicecanciller de Perú, y representantes de alto nivel de Canadá y Estados Unidos, dedicaron más de dos horas al análisis del complejo flujo de la migración irregular sur – norte a lo largo del continente americano.

Es la primera vez que el país convoca a líderes naciones del continente para celebrar esta cita internacional por la migración irregular.

En reunión de cancilleres se aprueba plan para establecer topes diarios para la recepción de migrantes, hasta 650 personas podrán pasar por el país todos los días.

La semana pasada, Mouynes se reunió en Nicanor, Darién con la vicepresidente y canciller Colombiana Marta Lucía Ramírez.

Además, las autoridades de migración y seguridad panameñas y colombianas también han tenido acercamientos sobre el tema.

Mouynes ha dicho en reiteradas ocasiones que Panamá cumple con su parte, pero se necesita la cooperación de todos los países involucrados.

Acuerdos alcanzados

Tras culminar la reunión, Mouynes destacó que Panamá ha recibido un "espaldarazo" sobre la disposición de trabajar y buscar una solución real y oportuna para encontrar que sea un paso controlado y haya capacidad de atenderlo de forma conjunta.

Sostuvo que buscar la corresponsabilidad es el primer paso importante, por lo que se acordó hacer un equipo de trabajo en varias líneas específicas.

Dijo que se ha conformado con Costa Rica y Colombia un frente común entre diagnósticos y propuestas concretas.

En tanto, se presentó dicho diagnóstico hoy.

Por su parte, la directora de Migración, Samira Gozaine dijo que este año han pasado por la región al menos 55 mil migrantes irregulares, provenientes de Cuba, Haití y extracontinentales, lo que representa un 33% de la migración que ha entrado en Panamá desde 2013.

Según Gozaine, si la situación sigue a este ritmo podría llegar a ser cinco veces mayor.

Además, se ha solicitado a todos los países de la región que tomen medidas de biometría para asegurarse que las personas que llegan no son criminales ni son buscados en ningún país.

Incluso se conformará un equipo para luchar contra la trata de personas.

Gozaine dijo que Panamá gasta 20 millones de dólares en la atención a migrantes.

La otra semana los directores de migración van a tener una sesión de trabajo para implementar medidas específicas de cada país para mitigar la problemática.