Panamá le cierra las fronteras a los cubanos que migran por Latinoamérica
Los últimos 52 cubanos que lograron ingresar a Panamá de forma irregular permanecieron en el albergue de Lajas Blancas, Darién, y luego fueron regresados a Puerto Obaldía, y de allí a Colombia.
“Si detectamos cubanos acá vamos a proceder a aplicarles la ley migratoria como a cualquier otro. No daremos derecho de paso a ninguno”, dijo el director de Migración, Javier Carrillo.
En el albergue de Las Blancas hay 32 extranjeros, algunos de Bangladesh, Camerún, Nepal y Senegal. A todos se les ha realizado evaluación médica y se les toma las huellas dactilares.
El mayor Edmundo Candanedo, del Servicio de Fronteras (Senafront), dijo que además “se les brindan las necesidades básicas, desayuno, almuerzo y cena”.
El presidente Juan Carlos Varela dice que estos isleños tienen tres opciones, a partir de la fecha: “regresar a su país, ir al país de donde vinieron o legalizarse en Panamá”.
Algunos, como una mujer que fue grabada mientras se quejaba de abusos policiales, dijo que quería pedir asilo en Panamá, pero la Policía no la dejó.
La defensoría del Pueblo investiga su denuncia, y la de otros cubanos que dicen que les colocaron zunchos para sacarlos del albergue y del país. Hubo forcejeos entre un cubano y unidades del Senafront.