Panamá avanza en la desaceleración de embarazos en adolescentes
Embarazos en adolescentes
El pasado 26 de septiembre se conmemoró el Día Mundial de Prevención del Embarazo No Planificado en Adolescentes, una problemática que preocupa en el país por la cantidad de menores embarazadas que hasta hace poco representaba un 20% del universo de mujeres en estado de gravidez.
Para el 2019 se puede decir que Panamá avanzó en la desaceleración de menores embarazadas, disminuyendo 4 puntos porcentuales con respecto a años anteriores, quedando en un 16%.
El embarazo en adolescentes podría afectar el desarrollo psicoemocional, social, y educativo de la madre que debe dedicarse al cuidado del infante, corriendo el riesgo, además, de que quedar a sumergida en la pobreza, la exclusión social y a convertirse en una familia de dos, mamá e hijo.
José Leonardo González, jefe nacional del Programa Materno Infantil de la Caja de Seguro Social (CSS), como ginecólogo de experiencia, conoce a detalle las consecuencias de quedar embarazada entre los 10 y 19 años de edad, principalmente para la adolescente, siendo esta la que se enfrente a un cambio radical en su organismo, mucho más que el progenitor.
González mencionó que en la CSS se han fortalecido los servicios de salud amigables para adolescentes, con el objetivo de mejorar los accesos de prevención y promoción, de hecho, a través de estos servicios se advierte de los riegos en la ingesta de alcohol y drogas en edades tempranas, los cuales puede ser un factor que influya en adelantar la adultez a la adolescencia.
Estos servicios ofrecen talleres y brindan información sobre la prevención de los embarazos en adolescentes, sobre todo porque se pudiera incrementar algunas morbilidades o enfermedades, tomando en cuenta que los embarazos precoces incrementa el riego de preclamsia que son causa de muerte en las mujeres.
Por su parte, Domingo Stanziola, subjefe nacional de Niñez y Adolescencia del Programa Materno Infantil de la CSS, agrega que el embarazo en adolescente es el resultado de múltiples factores incluyendo sociales y económicos, como muestra de esto es evidente notar que las tasas más altas de embarazo en este grupo etario (10-19 años), ocurren en las áreas más pobres del país.
Por tanto, la solución incluye, además de ampliar la cobertura de servicios de salud para adolescentes de calidad (que ofrezcan anticonceptivos, educación para ellos y sus familias), es necesario ofrecer una educación de calidad que fomente habilidades y competencias que les permita una mejor inserción en el mercado laboral y oportunidades para el desarrollo económico y social, concluye Stanziola.
Organización Mundial de la Salud en alerta por cifras
América Latina y el Caribe continúan siendo las subregiones con la segunda tasa más alta en el mundo de embarazos adolescentes, señala un informe publicado por la Organización Panamericana de la Salud/Organización Mundial de la Salud (OPS/OMS), Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef) y el Fondo de Población de las Naciones Unidas (Unfpa).
La tasa mundial de embarazo adolescente se estima en 46 nacimientos por cada 1,000 niñas, mientras que las tasas de embarazo adolescente en América Latina y el Caribe continúan siendo las segundas más altas en el mundo, estimadas en 66.5 nacimientos por cada 1,000 niñas de entre 15 y 19 años, y son sólo superadas por las de África subsahariana, indica el informe «Aceleración del progreso hacia la reducción del embarazo en la adolescencia en América Latina y el Caribe».