Padre Héctor Gallego, el 'mártir de la justicia social', a 53 años de su desaparición

La madrugada del 9 de junio de 1971, en la casa de un campesino, fue solicitado el padre Jesús Héctor Gallego, es allí el momento de su desaparición

Moradores de Santa Fe recuerdan al padre Héctor Gallego / Redacción de TVN Noticias

Un 9 de junio, pero de 1971 se declaró la desaparición del padre Héctor Gallego, un colombiano que llegó a tierras panameñas en época militar, instalándose en 1967 en Santa Fe de Veraguas, para cumplir su misión de evangelización.

Su participación e inclusión en la comunidad lo hizo merecedor de serias acusaciones por parte de algunas personas de la comunidad que lo calificaron de comunista.

Dedicado a la organización de programas sociales y de la comunidad pobre de la zona, creando sindicados y cooperativas de consumo con el fin de dignificar el trabajo del campesino, lo llevó a ocupar un sitial en la memoria histórica del país.

Según datos históricos, Gallego fue detenido y secuestrado por la Guardia Nacional la noche del 9 de junio de 1971, durante la gestión de Omar Torrijos Herrera, desde entonces poco se supo de su paradero.

Moradores de Santa Fe recuerdan cada año la fecha esperando obtener respuestas
Moradores de Santa Fe recuerdan cada año la fecha esperando obtener respuestas / TVN

El padre Chemita Rodríguez, recordó aquel momento de la historia, narrando que la madrugada del 9 de junio de 1971, en la casa de un campesino, fue solicitado el padre Jesús Héctor Gallego, para llevar los sacramentos a un enfermo y por más que el campesino le rogó que no saliera porque era muy tarde y rara vez se veían carros ahí, lamentablemente el padre salió y como no había luz eléctrica, solamente se oyó un golpe, un quejido y el motor.

"Desapareció hasta la fecha no se sabe absolutamente nada, ha habido muchas indagaciones judiciales, eclesiásticas, incluso de parte de detectives privados, etcétera y parece ser que todo todavía se mantiene en el secreto en el misterio y en el desconocimiento", expresó.

Continuó contando que por la falta de recursos, la iglesia católica ha acudido a las autoridades, pero se han hecho toda clase de pruebas enviadas a Estados Unidos, a Colombia, se solicitó la colaboración de una hermana del padre Héctor años atrás, por parte de monseñor José Dima Cedeño, pero, no se ha logrado realmente esclarecer a la luz pública lo sucedido.

Rodríguez, califica a Gallego como "un gran sacerdote, un hombre entregado a Dios, entregado al pueblo de Dios, sobre todo al pueblo sojuzgado atropellado injustamente, maltratado, desposeído de sus tierras, de sus cosechas, de la salud, de los de los bienes, de los servicios públicos básicos".

Resaltó la organización en cooperativas para que pudieran ellos (los pobres) surgir, tener lo necesario para la vida, y gozar de todos los bienes de la creación, que es "al fin y al cabo la expresión más bonita del amor a Dios y al prójimo por poder compartir todos los bienes que Dios nos ha dado".

Investigaciones

En junio de 2018, después de 47 años de búsqueda, se confirmó el hallazgo de restos sepultados en el antiguo Cuartel de Los Pumas de Tocumen, en su momento se pensó que pertenecían al padre, pero, las investigaciones determinaron que eran de Heliodoro Portugal, otro desaparecido durante la dictadura.

Pasan los años desde su desaparición y sin pistas de dónde se encuentran sus restos, su hermana Edilma Gallego continúa la lucha incansable para saber cuál fue el final de su hermano, y tener una tumba donde llorarlo, pero, muerto el exgeneral Manuel Antonio Noriega, todo parece ser más complicado, echado a la suerte y a la casualidad de que algún día sea localizado.

En su momento, cuando se encontraron los restos que resultaron ser de Portugal, Edilma confesó que había sentido una esperanza de ver ‘la luz al final del túnel’, pero tras los resultados, se llevó una gran desilusión, y confesó haber perdido la esperanza en las autoridades panameñas. 

Mientras que Rodríguez señaló que, a pesar de los años, ellos no pierden las esperanzas de saber qué pasó:

la comunidad católica siempre sigue a la expectativa, sobre todo la gente de Santa Fe que es laque realmente está afectada por la desaparición de este gran sacerdote que se le considera en la Iglesia como un mártir de la justicia social", indicó Rodríguez.

Proceso de beatificación, ¿Qué ha sucedido?

Aunque la comunidad cristiana católica y los residentes de Santa Fe, esperan que en algún momento el padre Gallego pueda ser beatificado, los procesos que hay que seguir para esto requieren ciertos requisitos que por el momento no se cumplen, el padre Rodríguez, explicó un poco.

"En cuanto a los procesos de beatificación, ya es una cosa, pues, que lleva otro tipo de trámites y una de las cosas que hay que hacer es encontrar el cadáver o la tumba al menos de la persona en cuestión, aunque ahora estas leyes han sido modificadas", señaló.

No obstante, dijo que esperan que prontamente se pueda abrir la causa, pero para eso hay que nombrar un postulador de la diócesis donde él vivió que en este caso sería la de Santiago y ese postulador pediría la opinión del pueblo, la opinión del clero y la presentaría al obispo del lugar para que el obispo del lugar haga los trámites convenientes solicitando a Roma si ve oportuno abrir o no.

"Es un proceso canónico en la diócesis y que recopilando toda la información, entonces, se enviaría para un posterior proceso canónico en Roma, pero, por ahora, lamentablemente, pues no, no se tienen noticias acerca de esto habrá que esperar a que las investigaciones cobren un curso más favorable", concluyó.

Datos Históricos

Estos son algunos datos importantes en la historia de Héctor Gallego según Wikipedia

  • Llega a Panamá en 1966 y se incorpora en la vida de los veragüenses el 5 de febrero de 1967; realiza sus primeras prácticas religiosas como diácono en la parroquia del distrito de San Francisco. Su trabajo diario se centró en el movimiento familiar cristiano y su labor pastoral de la parroquia y con los jóvenes del Grupo “San Francisco Mejor
  •  El 20 de agosto, del mismo año, marchó de inmediato a Santa Fe para comenzar la organización de su futura parroquia.
  • Llevó adelante el Plan Veraguas que consistía en crear las condiciones para romper los círculos viciosos del atraso.
  • En 1968 se implantó por fin un sindicato al cual muchos se inscribieron; otro de los grandes planes del padre Gallego fue la implementación de Cooperativas de Consumo e indujo a los campesinos a creer que podían ser dueños de su destino a través del trabajo colectivo y el apoyo mutuo entre los de su clase.
  • En junio de 1969, empezaron los ataques, incluso algunos aldeanos le dieron una paliza al padre Gallego en el mes de junio y en diciembre del mismo año lo arrestaron.
  • El 2 de julio de 1970, Héctor Gallego fue detenido por agentes de la Guardia Nacional de la provincia de Veraguas, acusado por Álvaro Vernaza Herrera de quemar una planta eléctrica.
Monumento en honor al padre Héctor Gallego en Santa Fe de Veraguas
Monumento en honor al padre Héctor Gallego en Santa Fe de Veraguas / TVN
  • El 3 de julio, el Padre Gallego se entrevistó con el General Torrijos, y llegó a acuerdos importantes para llevar adelante la reforma agraria y alcanzar los objetivos trazados por el Plan Veraguas. Se suscitó entonces un nuevo incidente: Vernaza intentó atropellar con su Jeep al religioso Gallego.
  • En mayo de 1971 las relaciones entre las comunidades campesinas de Santa Fe y los funcionarios gubernamentales aceleraron su deterioro.
  • Gallego le escribió el día 8 de junio de ese año a Monseñor Martín Legarra, informándole sobre la investigación de la quema del rancho. Ese día llegaron dos agentes del DENI (Departamento Nacional de Investigaciones, en aquel entonces era la policía secreta encargada de las desapariciones de personas opositoras a la dictadura), a quienes el Padre Gallego les dio información.
  • La noche del 9 de junio de 1971, Héctor Gallego y Jacinto Peña, persona que le había dado alojamiento tras el incendio de su rancho un mes antes, se acostaron a eso de las 10 de la noche tras haber cenado. Una hora más tarde, tres sujetos llegaron en un vehículo jeep Toyota Land Cruiser color verde, con la capota blanca, tocaron la puerta de la casa del campesino; quien abrió la puerta fue Héctor Gallego. Dos, de los tres hombres respondían a los nombres de Eugenio Magallón y Melbourne Walker, miembros en ese entonces de la Guardia Nacional, quienes le solicitaron a Gallego que los acompañara al cuartel militar, ya que por órdenes superiores se requería su presencia. 
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