Vivir de Amor
En vivo
Panamá/El aumento de aranceles a productos que exporta Panamá a Estados Unidos empieza mañana, sábado 5 de abril. En medio de esta imposición del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, los panameños se preguntan cómo se verán afectados. Economistas y empresarios aseguran que habrá afectaciones, pero también ventajas, si el país sabe ver las oportunidades.
Gabriel Diez, presidente del Consejo Nacional de la Empresa Privada, manifestó que estos aranceles afectan al país, pero que también hay cosas positivas que se pueden aprovechar.
Con respecto a las afectaciones, recordó que el presidente Donald Trump utilizó una ley de 1977 para imponer nuevas tasas de aranceles, en las que se afecta a Panamá con un 10 % sobre todos los productos panameños que se envíen a la nación norteamericana. En 1977, el mundo atravesaba una crisis de petróleo, inflación, entre otros problemas.
El impacto que pudiera tener en Panamá, señaló, es que a nivel de mercado le tocará competir con otros países en igual condición y que “quien paga ese 10 % es el consumidor final”.
No obstante, destacó que el país puede sacar ventaja de esta medida observando qué países exportan los mismos productos y cuál es su tasa de aranceles, para sacar provecho y aumentar la producción local aprovechando ese 10 %.
Por ejemplo, dijo, “si algún país de África o Asia tuviese un arancel del 25 % y también produce banano, ese banano podría ser más caro para el consumidor americano. Y si nosotros somos menos costosos con el 10 %, debiese haber un aumento en la compra hacia Panamá. Habría que analizar esto rubro por rubro”.
Diez aseguró que estamos ante una guerra comercial, señalando que con esta imposición de aranceles “estamos borrando del mapa 70 años de globalización. Es un retroceso importante”, dijo. A su juicio, el gobierno debe analizar el tema, ya que esto afecta al comercio mundial y, por ende, al Canal de Panamá, puesto que si hay una disminución del comercio, el tránsito por esta vía también disminuirá.
El economista David Saied también coincide en que estas acciones de Estados Unidos pueden provocar una medida de “retaliación mundial”, que sería el siguiente paso por parte de países que reaccionarían ante la medida.
Las economías, advierte se van a desacelerar. “A Panamá obviamente le va a pegar el tema del tránsito de mercancía, porque si yo no puedo exportar desde China o Europa a Estados Unidos, el tránsito por el Canal y los puertos se reduce, y se van a reducir los ingresos en general para toda la vía marítima”; y, por ende, para el país.
Concuerda con Diez en que Panamá podría sacarle provecho a la situación, debido a que se dará una serie de desvíos de comercio, donde los productos que no se puedan exportar a Estados Unidos vendrán acá, y el país tiene que estar alerta. Esto también, dijo, podría traer una disminución de los productos a lo interno de Panamá, lo cual habría que analizar.
Aseguró que Panamá exportó el año pasado $580 millones, pero eso no es nada en comparación con lo que exportó Estados Unidos a Panamá, que fue cerca de $11 mil millones, un superávit de más de $10 mil millones.
En ese sentido, manifestó que Estados Unidos “no debió de imponer ningún tipo de aranceles”, porque tiene una enorme ventaja con Panamá.
Ayer, la presidenta de la Asociación de Exportadores de Panamá, Bianca Morán, manifestó que sostendrán conversaciones con el Ministerio de Comercio y solicitarán reuniones con la Oficina Comercial de la Embajada de Estados Unidos en Panamá para tener claridad sobre el impacto que esta medida podría generar.
Entre los productos que se exportan desde Panamá a Estados Unidos están el azúcar de caña sin aromatizantes, bananas, pargos, atunes de aleta amarilla, camarones, madera, etc.
Cabe señalar que especialistas en Estados Unidos han dicho que demandarán las acciones tomadas por el presidente Donald Trump.
Las nuevas tarifas aduaneras a las importaciones se aplicarán en dos fases, según informó un funcionario de la Casa Blanca: el 5 de abril, para aquellas del 10 % sobre todos los productos que entren a Estados Unidos, y el 9 de abril, para tarifas más altas dirigidas contra gigantes como China y la Unión Europea.