‘El Niágara en bicicleta’: La difícil situación de los vendedores informales

Tres semanas después del inicio de los cierres, algunos efectos colaterales saltan a la vista: los vendedores informales sólo cuentan pérdidas y los precios se disparan.

Al igual que pasó en Merca Panamá, La Gran Estación, Rio Abajo, 24 de Diciembre y otros lugares, muchos vendedores informales se han visto obligados a cerrar sus puestos de frutas y verduras donde trabajan, ante la crisis y el desabastecimiento que vive el país.

Vendedores como el señor Alfredo, que pasó días sin abrir su puesto de venta debajo del puente de la 24 de Diciembre ahora se enfrenta a dos situaciones: hay menos ventas porque hay menos personas saliendo de sus casas y los precios se han ido por las nubes.

"Mira el ejemplo del repollo, antes se podía vender a 0.75 centavos y ahora lo tenemos que vender en 2.50 y encima, la calidad del producto ha desmejorado por la cantidad de horas que pasan en los cierres de calles", aseguró el señor Alfredo.

Es lo mismo que en el puesto de la señora nieves, a orillas de la piquera de los buses piratas. Ella confiesa que los clientes se quejan de los precios.

"Como no se van a quejar, si los precios están por las nubes. Imagínate que yo te venda un paquete de cebolla a 1.25 o 1.50, cuando antes se vendía a 0.70 centavos".

Nieves estuvo sin vender seis días porque se quedó atrapada viajando de Chiriquí a Panamá. Para llegar tuvo que tomar carreteras y trochas alternas por Soná, Atalaya, Ocú y salir a Chitré.

Pero si los efectos colaterales en la cadena de producción son fuertes, en los que viven del día a día aquí, todavía más

Aunque los vendedores informales reconocen estar de acuerdo con las causas de la crisis, algunos sostienen que esta situación ha hecho implosión en sus bolsillos.

*Con información de Nicanor Alvarado*