Natalia Lafourcade: Me curé de amor con música
Luego de lanzar un disco en homenaje a Agustín Lara, la cantante y compositora mexicana Natalia Lafourcade buscó hacer algo completamente auténtico.
"Hasta la raíz", dice, le permitió crear por vez primera música sin usar ningún tipo de máscara. Es el proyecto más "explicito" y "visceral" de su carrera.
"Me di la oportunidad de desnudar el alma y no mostrar tener miedo a las canciones y letras como venían", dijo Lafourcade el martes en una rueda de prensa en la Ciudad de México. "Realmente es un disco mío, es muy personal. Es el primer disco donde me permito no usar una máscara, que no es que esté mal, es simplemente mi momento: son canciones muy personales, son experiencias propias, tenía ganas de volver al escenario con música que me permitiera conectar con el público y la gente".
La honestidad que la cantante buscó proyectar fue tal que incluso le ayudó a sobrellevar una ruptura amorosa. Fue "muy sanador y terapéutico", expresó.
"Este disco me agarró en un momento en que necesitaba también ser curada de amor. Estas canciones son eso, ese proceso y ese viaje que de alguna manera comparto", detalló. "Es diferente, porque hay canciones donde hablo de que algo duele y hay canciones donde el motivo es otro, pero está apegado a mi momento".
Publicado por Sony Music, el sexto álbum de estudio de Lafourcade salió a la venta el martes. Llega tras el éxito de "Mujer divina", un álbum en el que la cantante interpretó nuevas versiones de clásicos de Agustín Lara con el que ganó dos Latin Grammy, a mejor álbum de música alternativa y mejor video musical versión larga (el video fue dirigido por Juan Luis Covarrubias y producido por Gonzalo Ferrari).
Fue precisamente el haber retomado a Lara lo que la orilló a recuperar sus raíces, relató la intérprete de 31 años.
"Agustín Lara me inyectó las ganas de querer darle algo a México, algo bien hecho; no quería repetirme, quería escarbar, demostrar que todos tenemos sensaciones similares y que la música tiene la capacidad de curar corazones y el alma", dijo Lafourcade, quien ganó el Latin Grammy en 2006 al mejor álbum de rock vocal de un dúo o grupo por "Casa", con su banda La Forquetina.
La producción también le implicó "aflojar los brazos" y apostar por componer algunos temas al lado de Leonel García, Daniela Azpiazu y Juan Manuel Torreblanca "para abrir el panorama del disco" que comenzó a gestarse hace tres años.
"Estaba un poco nublado en ese aspecto", reveló Lafourcade sobre la labor de composición, luciendo el cabello corto y hablando con una madurez mayor que en sus encuentros anteriores con la prensa.
La gran parte de los temas surgieron de forma paralela a la preparación de su producción anterior. La inspiración le llegaba en lugares y momentos inesperados, por lo que contó que siempre se mantuvo con una grabadora a la mano.
Así, entre Colombia y Cuba nació "Vámonos negrito"; en medio del caos de Las Vegas "Palomas Blancas" y "Para qué sufrir" se originó durante un ensayo en su casa para un homenaje a Chavela Vargas.
"Hay canciones que vienen de una manera inmediata pero no quiere decir que sean de forma inmediata ... De mi parte lo que tocaba era estar muy honesta a todo lo que pasaba a mi alrededor", señaló.
La artista, que ha apoyado causas como el movimiento estudiantil #YoSoy132 a través de la música, indicó que también la situación en su país fue parte de su inspiración.
"Me entristece muchísimo el momento que está pasando México, me frustra mucho, me hace sentir muy impotente y me genera mucha tristeza ver que existe esta enfermedad de que nunca nos es suficiente, siempre se quiere o más poder, o más riqueza o más dinero", señaló la cantante originaria de la Ciudad de México. "Este disco está cargado de un movimiento social, sin embargo tiene que ver con el amor, con la aceptación de uno... Ahí está mi propuesta hacia los demás, mi mensaje hacia los demás"