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Ciudad de Panamá/A finales de marzo próximo, el presidente José Raúl Mulino recibirá la visita de su homólogo colombiano, Gustavo Petro, respondiendo a una solicitud que este le hizo.
De acuerdo con Mulino, la reunión será clave para discutir, entre otros puntos, la problemática migratoria que afecta a ambos países, ya que comparten una extensa frontera y un flujo constante de personas debido a la crisis en Venezuela. En palabras del mandatario, “Lo bueno o lo malo que le pasa a Colombia nos pasa a nosotros”.
Mulino destacó la buena comunicación y las relaciones con las autoridades colombianas, a pesar de no tener contacto directo con Venezuela. “No es fácil, pero estamos explorando alternativas para poder movilizar a los migrantes de manera ordenada”, comentó, dejando claro que la situación demanda soluciones conjuntas con su vecino colombiano.
Más allá del tema migratorio, la relación económica entre Panamá y Colombia sigue creciendo.
El presidente reveló que la próxima semana recibirá a una delegación empresarial de alto nivel de Colombia, un indicativo del fortalecimiento de los lazos comerciales y la importancia de la cooperación económica en la región.
Un aspecto relevante de esta relación es el sector bancario: “La banca panameña tiene una fuerte presencia en Colombia, representando cerca del 30% de los depósitos de ese país”, destacó el mandatario.
Este vínculo estrecho ha permitido que ambos países desarrollen una colaboración que beneficia a las economías de la región, con Panamá sirviendo como un puente financiero para los empresarios colombianos y facilitando el intercambio de inversiones.
A pesar de los esfuerzos por gestionar la migración, Mulino reconoció que la situación de los ciudadanos venezolanos en Panamá ha cambiado. Mientras que antes los migrantes venezolanos representaban la mayoría de los ingresos y movimientos hacia el país, ahora la dinámica está siendo compartida por otros nacionales, incluyendo colombianos y ecuatorianos.
Sin embargo, el mandatario fue enfático en su mensaje: “Mientras estén aquí, se vayan”, refiriéndose a la necesidad de gestionar los flujos migratorios de manera ordenada y controlada.