La polémica que ha desatado el proyecto sobre registro de bebés muertos en el vientre materno

Desde hace un par de semanas cientos de mujeres, bajo el #respetoaldolordemadre y #NoalPL018, comparten su experiencia de dolor y sufrimiento por pérdidas durante sus embarazos. Todos los días aparecen nuevos testimonios.

Con esto se oponen al Proyecto de ley 018: De identidad para bebés fallecidos en el vientre materno”, que espera su segunda discusión en la Comisión de la Mujer, la Niñez y la Familia de la Asamblea Nacional en próximos días.

“Mi dolor es mío, me pertenece a mi, a mi pareja y a los amigos y familia con quienes he decidido compartirlo. No hagan mi dolor más grande creando burocracias y registros innecesarios. Los hijos perdidos se llevan en el alma y no necesitan ninguna ley”. #respetoaldolordemadre

De acuerdo con María Olimpia de Obaldía, asesora legal del despacho de Corina Cano, diputada proponente del proyecto, todo inició con el testimonio de mujeres a quiénes un hospital les negó acceso a lo que ellos consideraban los restos de mortales de sus futuros hijos. “Les dijeron que eran desechos hospitalarios”, afirmó De Obaldía.

En la exposición de motivos del Proyecto de Ley hay un extenso argumento legal y filosófico sobre el inicio de la vida. Con estos conceptos, los legisladores justifican dotar “a ese no nacido” de derechos y al mismo tiempo “ayudar a los padres de estos bebés en el proceso de duelo”. Otro de los propósitos que se especifica en el documento es “humanizar nuestro ordenamiento jurídico” con la creación de un registro.

En uno de sus artículos, —en total el proyecto de ley tiene 11— se propone crear un “Libro de Defunciones de Personas concebidas no nacidas dentro del Registro Civil”, en el que inscriban las defunciones que ocurran en el vientre materno cualquiera que sea la causa de la muerte, edad gestacional o peso que tuviera al momento del fallecimiento.

Además, especifica que la inscripción se realizará dentro de las 72 horas de ocurrido el fallecimiento y se expedirá un “certificado de fallecimiento de persona concebida no nacida” en el que se incluirá, entre otras cosas, los datos de los progenitores, los datos de la “persona concebida no nacida” (nombre, apellido, edad gestacional, sexo (de ser posible) y peso al momento de la muerte.

¿Sirve una ley para ayudar al proceso de duelo?

Ante la pregunta de si se puede legislar sobre el duelo de las madres. La respuesta de médicos y terapeutas es que la pérdida de un embarazo afecta profundamente a la mujer que lo vive. Siempre es necesario hacer un proceso de duelo con acompañamiento emocional. Sin embargo, este aspecto no está contemplado en el proyecto de ley que se propone.

La mayoría de los testimonios que se pueden leer en redes como Twitter y Facebook dejan en evidencia el trauma tremendo que la pérdida de un embarazo genera en una mujer.

“Hace un par de años mi pareja y yo tuvimos la pérdida de nuestro embarazo de casi cuatro meses, entonces desconocía mi estado porque no se me dieron mayores indicios de irregularidad. Son momentos de suma vulnerabilidad, sobre todo el proceso donde te practican ameu (aspiración manual endouterina) con plena consciencia y sin sedarte, sientes como aspira gran parte de ti.

Las mujeres tenemos derecho a vivir cada etapa de nuestras vidas, incluso nuestros duelos por pérdidas, y pasar por un trámite de dar una identidad a un ser no nacido es crear un apego superior al que de por sí pudiera existir, conllevando la no superación de dicha etapa, insertándonos en un círculo de no superación de los hechos”, continúa Sharon en su compartir”. #respetoaldolordemadre

“Hablar de mis pérdidas es hablar de mi dolor, de mis traumas. Perder un bebé es una tragedia, perder un embrión también. Cuando uno quiere ser madre y lo pierde duelo horriblemente. Cuando uno no quiere ser madre y lo pierde, la culpa es espantosa”. #respetoaldolordemadre

La Conferencia Espiscopal Panameña, en un comunicado afirmó que “el niño no nacido es una persona que tiene el derecho a tener una identidad. No podemos descartarlo como si nunca hubiera sido concebido. Para sus padres existió y así debe quedar consignado al darle un reconocimiento oficial”.

Sin embargo, la Iglesia Católica prohíbe bautizar y registrar a los niños cuando aún no han nacido, según el artículo 871 del Código Canónico.

Cambios al proyecto original para la segunda discusión

Luego de la presentación del proyecto, el pasado 22 de agosto, la diputada Cano y su equipo se han reunido con el Registro Civil; gremios de ginecólogos y obstetras; y la magistrada Judith Cossú del Tribunal Superior de la Niñez y Adolescencia.

De Obaldía explica que luego de las reuniones ya han decidido realizar varios cambios importantes, empezando por el nombre del proyecto. La asesora adelantó que en vez de “bebés” se utilizará el término “persona concebida no nacida”.

También, añadirán que este registro será completamente opcional y confidencial. Se establecerá además que la legislación en nada modificaría el Código Civil, ni el Código Penal, específicamente en lo referente al aborto. De Obaldía señala que quieren demostrar que no buscan rastrear abortos, ni a los médicos que los hagan de forma ilegal.

“No es la idea castigar el aborto espontáneo”, enfatizó De Obaldía. “Dudo mucho que una persona que vaya a hacerse un aborto de forma ilegal quiera registrarse. Es completamente opcional”, añadió al ser cuestionada si la ley pudiera ser usada para detectar estos casos.

Otro cambio, es la eliminación del plazo de 72 horas para entregar los restos. En consideración a la reglamentación de bioseguridad, se respetarán los tiempos y procedimientos ya establecidos para el manejo ético y seguro de los tejidos.

Un aspecto más del proyecto de Ley que se eliminará, de acuerdo con De Obaldía, es el artículo que establece la realización de informes sobre muertes intrauterinas. Esto se debe a que ya el Registro Civil realiza el trabajo por lo que sería redundante.

Sin embargo, los proponentes del proyecto recalcan la importancia de prestar atención a la alta cifra de estas muertes, que consideran es un tema de interés de salud pública.

Una agenda ideológica

Una de las principales preocupaciones de la Sociedad Panameña de Obstetricia y Ginecología es que el proyecto pudiera convertirse en una herramienta legal, como ya ha sucedido en otros países, para penalizar la interrupción involuntaria o terapéutica de un embarazo, así como en la posibilidad de pena para aquellos profesionales de la salud que deban atender a las mujeres en estas condiciones.

La abogada Gilma De León criticó fuertemente el proyecto de Ley presentado por la diputada Corina Cano, apuntando que se trata de una iniciativa de grupos “pro familia” para impulsar su agenda ideológica.

“Jurídicamente nadie es persona hasta que nace vivo”, declaró. “No tiene ni pies ni cabeza ponerle nombre”. Afirmó además que la ley crearía tramitología innecesaria y costosa para el Registro Público.

Sobre todo, destacó la perspectiva de las mujeres que viven estos casos. Muchas no tienen ningún interés en ver el “producto” de una pérdida espontánea, especialmente cuando se trata de un embarazo de pocas semanas. Obligar a una persona, siquiera presionarla en esa difícil situación a completar un registro sería, a su parecer, inmiscuirse en algo intrínsecamente personal. Recuerda además que no hay ninguna ley que prohíba a quien así lo desee disponer de los restos.

“Soy madre de tres chicos pero hace 25 años, cuando quedé embarazada de mi primer bebé, no pude tenerlo. En ese momento se desmoronó mi mundo. Ya nos habíamos imaginado su nombre, qué sería…La doctora me dijo que tenía que hacerme un curetaje. Fue muy difícil. Yo estaba perdiendo mi bebé. Por eso ante este proyecto, le pediría a los disputados que revisaran. Esto no se trata de solo de un nombre y un número en un documento. Se trata de la vida y del amor. Piensen en el dolor de la madre”, dice Raisa Banfield. #respetoaldolordemadre

Las organizaciones de la sociedad civil que se han manifestado en contra del proyecto esperan que el mismo sea eliminado de la discusión en la Asamblea Nacional. Además, que se revisen y se refuercen los protocolos de atención a las mujeres embarazadas y se incluyan iniciativas para acompañar el duelo en casos de pérdida.