La muerte, ¿Cómo ayudamos a otros a enfrentar uno de los momentos más díficiles de la vida?

La muerte de un familiar, amigo o persona querida, es, sin duda, uno de los momentos más difíciles en el que todas las personas pasarán en algún momento de su existencia.

Es importante que, quienes estemos cerca del doliente, seamos amigos o familiares, sepan qué decir para consolarlo, y es que, temiendo que las palabras o las acciones que se realicen para confortar, sean imprudentes o insensibles; algunos optan por apartarse de quien ha perdido de modo terrenal a esa persona que en vida fue motivo de su alegría y objeto de sus afectos.

La psicóloga Mayra Holligan de la policlínica “Presidente Remón”, de la Caja de Seguro Social, habló sobre prácticos consejos sobre qué hacer o qué expresar a quienes transitan por la pena del fallecimiento de alguien que amó.

Recomienda que lo importante es que se mantenga una comunicación asertiva sin la necesidad de usar frases rebuscadas para brindarle un sorbo de alivio.

Indicó que un simple “aquí estoy” pudiera ser suficiente para mostrar ese soporte tan necesario para quien vive ese proceso de duelo.

Otra forma de acompañamiento es brindarse como apoyo en actividades cotidianas que pudieran costarle, por no sentirse bien anímicamente, por ejemplo, ir al supermercado para abastecerle de lo que le haga falta, o de pronto cocinar o arreglar el jardín.

Precisó que no se debe desestimar el poder sanador que tienen las muestras físicas como el abrazo, ya que este contacto afectivo es un gran sostén en esos momentos de aflicción.

Si es un compañero de labores que está atravesando por un duelo por pérdida, la profesional de la salud invitó a apoyarlo siendo empático, permitiéndole expresarse las veces que sea necesario mediante la escucha atenta.

Una tarjeta de condolencia con palabras de consuelo es de gran ayuda, y las resoluciones elaboradas refuerzan ese sentido de pertenencia y ese apoyo del grupo laboral", agregó.

Ante la muerte, puntualizó, es importante darse un tiempo prudente para adaptarse a la nueva vida sin la presencia física de ese ser cercano.

Si vemos que se le está haciendo muy difícil llevar el duelo, recomendó la licenciada Holligan acudir a profesionales de la salud mental para un acompañamiento.