Más de 111 mil migrantes han ingresado al país desde el 2014
La apertura de la frontera entre Panamá y Colombia en Darién, ha dado paso al ingreso de miles de migrantes que habían quedado varados debido al cierre obligatorio por pandemia. La llegada de estas personas hace que los panameños en estos pequeños poblados se sientan extranjeros en su propia tierra, y es que en algunas comunidades como Bajo Chiquito la población migrante supera a los locales.
Oriel Ortega, director del Servicio Nacional de Fronteras (Senafront), dijo que hasta el momento han ingresado alrededor de 3 mil migrantes, y el Estado atiende las necesidades tanto de los migrantes como las de las poblaciones indígenas donde llegan.
La travesía para llegar a tierra firme incluye el paso por los ríos de Marragantí, que desemboca en río Chucunaque hacia las comunidades de Turquesa y Bajo Chiquito, donde bajan los migrantes en Cerro Gandí, de allí, tras cruzar la frontera con Colombia hacen una travesía por la selva de Darién por unos cinco días hacia Panamá.
Ortega comparó la crisis migratoria que se vive entre Panamá y Colombia con la que sucede entre México y Estados Unidos, donde padres son separados de sus hijos por supuestas estrategias de los llamados coyotes, considerando que ‘cruzar la selva de Darién con niños es algo inhumano’.
Destacó que en dos semanas más de dos mil personas arribaron a la comunidad de Bajo Chiquito, y de la mano con la Cruz Roja, el Sistema de Naciones Unidas y el equipo interinstitucional están haciendo un trabajo para reducir el impacto de la sobrepoblación en la comunidad.
“Desde el día uno tenemos enlaces permanentes con el dirigente de la comunidad, conversamos con las mujeres encargadas del comité de agua y salud para ver estos temas. Pero muchas veces hemos sacado a los migrantes de las comunidades y ellos mismos piden que vuelvan a ingresar porque se convierten en una forma de sustento, porque ellos alquilan las parte de abajo de las casas y las piraguas”, explicó Ortega.
Resaltó que Panamá es el único país que recibe a los migrantes y los mueve de un lado a otro para evitar que estén en las calles, además, que se tiene un flujo migratorio controlado con Costa Rica, por lo que solicitaron a la canciller colombiana copiar este mecanismo para que haya mayor control.
Ortega también valoró que la frontera entre Panamá y Colombia no es como cualquier otra en América, ya que no existen puentes y se tiene que cruzar la selva. “En los últimos años han transitado 111 mil 550 personas que han transitado desde el 2014 a la fecha”.
Ortega finalizó diciendo que la investigación por la muerte de cuatro migrantes está en manos del Ministerio Público, destacando que también hay casos de robos y supuesta violación. Pero se hace difícil identificar a las personas porque no se cuenta con identificación por lo que se queda a la espera de que algún familiar los reclame.