Migrantes también enfrentan peligros al transitar territorios dominados por carteles de droga en México
De acuerdo con autoridades locales, el año pasado para este periodo se registraban ingresos de más de 1,000 personas por día, pero ahora son poco más de 300.
El número de migrantes que ingresan a Estados Unidos por paso Texas de forma ilegal ha disminuido en los últimos meses, y se espera que con las aplicaciones de las medidas migratorias que está tomando Panamá desde el pasado 1 de julio e inicien las repatriaciones, las entradas sigan descendiendo.
De acuerdo con autoridades locales, el año pasado para este periodo se registraban ingresos de más de 1,000 personas por día, pero ahora son poco más de 300.
Mario D’ Agostino, subadministrador de Salud y Seguridad- El Paso, dijo que la aplicación del memorándum de entendimiento entre Panamá y Estados Unidos debe generar un impacto importante en el flujo de migrantes.
Recomendó a las personas hacer los procesos migratorios legales para poder llegar a Estados Unidos sin poner en riesgo sus vidas, haciendo la travesía por Darién y toda la ruta hasta llegar a paso Texas.
Mientras que Dylan Corbett, director del Instituto Fronterizo Esperanza, señaló que ahora mismo hay menos personas intentando cruzar Darién, pero hay que ver qué pasa a plazo mediano, porque a corto plazo se está logrando el objetivo.
Reconoció que en este momento, México y Estados Unidos están teniendo éxito en limitar a los migrantes.
Testimonios de migrantes
Colombianos, venezolanos y ecuatorianos, estas son las nacionalidades que más llegan al paso Texas para ingresar a EEUU, tras cruzar la selva.
Luis López, hace dos años, atravesó Darién, recorrido que señaló como el más rudo, en el que fue víctima de robo. La travesía duró 11 días hasta que pudo llegar junto a su esposa e hijo a Panamá, viviendo lamentables y desesperantes situaciones en las que su vida se vio en riesgo.
No obstante, hay quienes dicen que prefieren pasar por Darién antes que enfrentarse a los carteles de droga y autoridades corruptas. Como Glenda Magala, quien contó que estuvo secuestrada en Ciudad Juárez, fueron amenazados con ser entregados a los ‘Z’ para que fueran asesinados si no pagaban rescate.
Pero, al albergue del Instituto Fronterizo no solo llegan migrantes de nacionalidades distintas a la panameña, pues allí también se han atendido a coterráneos.