Las memorias de institutores que participaron en la gesta del 9 de enero
"Un movimiento espontáneo que se convirtió en uno de los hechos históricos más importantes de la historia de Panamá". Es así como describen y recuerdan los participantes de la gesta, aquel 9 de enero de 1964.
Uno de ellos es Inocencio García, quien recordando aquellos días dice que era “un muchacho inquieto del Instituto Nacional”, que se reunía cada viernes con sus compañeros y que siempre tuvieron presente la idea de nacionalismo, al tener “en las espaldas a la colonia yanqui”.
Cuenta que siempre miraban para la “zona”, sitio al que ni siquiera “podían ir a coger mangos ni hacer nada porque siempre los andaban correteando”.
Para esa época, existía una Federación del Instituto Nacional, agrega, donde aprendieron sus ideales. Relata que, en esos años, regía un acuerdo entre las autoridades panameñas y estadounidenses para que se izaran las dos banderas, una al lado de la otra.
Al ver que eso no se cumplía, tomaron la iniciativa, de llevar “cordialmente” la bandera para que fuera puesta junto a la estadounidense.
El señor García dice que salieron del Instituto Nacional, tomaron la “ruta de la libertad”, siempre manteniendo el respeto, ya que al pasar por el Gorgas guardaron silencio y no gritaron consignas para no perturbar a las personas enfermas que estaban allí.
Al llegar a las escalinatas del edificio de la Administración del Canal de Panamá, seis estudiantes llevaban la bandera, pero detrás de ellos iban cerca de 200 institutores más.
Recuerda que los encargados de la seguridad les dijeron que iban a dejar pasar solo a seis estudiantes, pero a cantar el himno.
Dijo que en un acto de “viveza” no querían izar la bandera panameña, alegando que el asta estaba dañada, pero no era cierto.
Al tratar de entonar la primera frase “alcanzamos por fin la victoria…”, todos los estadounidenses se le fueron encima y los empezaron a golpear.
“La consigna era no dejar caer la bandera, por eso tiraba la mano, pero a la vez agarraba la bandera. Tuvimos que hacer eso porque nos estaban avasallando”, cuenta.
Dijo que la historia está escrita: “se escribió con sangre y se borrará con sangre”.
El Instituto Nacional en la historia
Por su parte, Anais Morán, representante de la Fundación Pro Instituto Nacional, expresó que, sin ese plantel, no habrían ocurrido los hechos del 9 de enero de 1964.
Lo que paso ese año, representa el hecho histórico más importante del siglo XX para Panamá y que unió a todo el país y que es un tema en el que se cumplió, al revertir a los panameños lo que estaba en manos estadounidenses, pero que aun tiene que perfeccionarse.
Morán expresó que aunque ahora todo es parte del territorio panameño, los beneficios no llegan a todos y se debe revisar de manera muy minuciosa lo que se está haciendo en las áreas revertidas, donde resaltó la devastación que se dio en la avenida Omar Torrijos.
Por otra parte, resalta que si bien es cierto que se revirtieron algunas zonas, ahora se han vuelto a privatizar,
Dijo que las personas antes se podían bañar en La Playita de Amador, pero ya no y que ahora impondrán un cobro por estacionamiento de la Calzada de Amador, cuando 21 panameños pusieron su vida por recuperar ese espacio, “no lo podemos concebir”.
Otro de los participantes de la gesta, Luis “Tito” Vergara, manifestó que es muy importante que el Ministerio de Educación refuerce en las escuelas de todos los niveles las clases sobre la historia de Panamá con los Estados Unidos, donde se hable del tema y de todo lo que ocurrió para ese entonces.