Matusagaratí, la laguna en Darién que reclama por auxilio
Unas 20 mil hectáreas de la laguna de Matsugaratí, en Darién, podrían desaparecer por la especulación y el abuso humano.
A simple vista, la zona pareciera no estar intervenida por el hombre: los árboles abundan y el agua parece un espejo interminable.
Pero una mirada a fondo revela que las cosas no son así: la flora y la fauna está en peligro por “el desague permanente”.
Videl Ramos, campesino de tierras cercanas, sostiene que hasta hace algún tiempo, ellos eran los únicos que labraban cerca de la laguna. Pero, insiste, llegaron “grandes empresarios” que hicieron canales desde laguna para desaguarla.
“Es como un tanque de agua al que se le hace un hueco pequeño. De qué vale cuidar el interior sin conservarlo en su totalidad”, agrega.
Albenia Tamaño, otra campesina de la zona, asegura que el Estado dejó desamparada la laguna, porque no la incluyó en el régimen de áreas protegidas que aplica en regiones cercanas.
Desde el Ministerio de Ambiente, la técnica Indra Candanedo explica por qué es fundamental cuidar del Matusagaratí.
“El humedal funciona como esponja, que en la época de lluvia almacena agua y en la seca la suelta lentamente, y ayuda a las actividades agropecuarias”, sostiene.
Y no sólo para los agricultores: en la laguna hay saínos, jaguares y puercos de monte endémicos de Darién.
Con información de Rolando Aponte