Los Trapos Sucios se Lavan en Casa
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Ciudad de Panamá/El día del encuentro esperado llegó. A las 10:15 a.m. de este domingo 2 de febrero, el secretario de Estado estadounidense Marco Rubio arribará al Palacio de Las Garzas para reunirse con el presidente José Raúl Mulino, según la información de la agenda compartida por el Departamento de Estado.
Ayer, pasadas las 8:30 p.m., Rubio llegó al aeropuerto de Panamá Pacífico y fue recibido por una delegación encabezada por el canciller de la República, Javier Martínez Acha.
Rubio llegó a Panamá en medio de la expectativa y la tensión por el tono agresivo del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, sus críticas hacia el canal de Panamá y las amenazas de recuperarlo, pese a que la vía acuática, bajo administración panameña hace 25 años, fue transferida en 1999, conforme a los tratados Torrijos-Carter de 1977, luego de varias décadas de conflictos.
A su llegada a la Presidencia de la República, Rubio abordará con Mulino temas importantes, como la seguridad, la migración, la influencia china y el canal de Panamá, según se ha referido recientemente el enviado especial para América Latina, Mauricio Claver-Carone.
Pero la agenda del secretario de Estado estadounidense en Panamá también tiene otros puntos de importancia, además del encuentro con Mulino.
Rubio inicia en Panamá una gira de seis días que lo llevará también a El Salvador, Costa Rica, Guatemala y República Dominicana con una agenda centrada en el canal, la migración, la lucha contra el crimen organizado y la contención de la influencia de China en la región.
A diferencia de sus antecesores que adoptaban un mensaje conciliador con sus aliados en los primeros viajes, Rubio llega a América Latina con una política exterior agresiva. En otra muestra de ello, Trump impuso este sábado aranceles a Canadá, México y China.
Rubio ha minimizado la opción militar, pero sin llevar la contraria a su jefe. "El presidente ha sido bastante claro en cuanto a que quiere volver a administrar el canal", dijo a la radio SiriusXM en una entrevista antes del viaje.
Reconoció que el gobierno de Panamá "en general es proestadounidense", pero considera que el canal, por donde pasa el 40% del tráfico de contenedores de Estados Unidos, es un "interés nacional fundamental" para Washington.
"No podemos permitir que ninguna potencia extranjera, en particular China, tenga ese tipo de control potencial sobre el canal que tienen. Eso simplemente no puede seguir así", advirtió Rubio.
El enviado especial de Estados Unidos para América Latina, Mauricio Claver-Carone, dijo el viernes que la culpa no es de Mulino sino del expresidente panameño Juan Carlos Varela, quien en 2017, durante el primer mandato presidencial de Trump, rompió lazos con Taiwán a favor de China.