Conozca los lugares más sorprendentes para visitar en Panamá
Llegó el verano y usted no necesita salir del país para divertirse, la lista para realizar turismo interno en Panamá es bastante extensa y no solo hablamos del interior también cerca de la ciudad hay lugares en los que puede salir de la rutina.
Dentro de la diversidad natural de nuestro país hay un espacio para llenar las expectativas de todos; tanto de aquellos que le gusta disfrutar del sol y el mar como de los que prefieren acampar bajo las estrellas en las frías montañas.
Lo mejor es que ambos ambientes están muy cerca de la ciudad de Panamá; tal es el caso de Isla Taboga y Cerro Azul. La primera está ubicada a tan solo cuarenta y cinco minutos de la Calzada de Amador y es una excelente opción para disfrutar de un fin de semana sin tener que salir de la provincia de Panamá.
En Amador hay diferentes agencias que ofrecen el traslado a la isla por un módico precio de 20.00 dólares. En la isla hay restaurantes con una oferta gastronómica variada de productos del mar desde 7.00 dólares.
De igual forma las personas pueden llevar comida, agua y bebidas. Pero Taboga no solo es famosa por sus playas, en el lugar también se puede desarrollar el senderismo, canopy, avistamiento de aves, pesca deportiva, puedes visitar iglesias coloniales y realizar otras actividades.
Pero si lo que busca es relajarse en un entorno lleno de verdor, acompañado del cantar de las aves, las frescas aguas de un río y el rocío de la mañana, Cerro Azul es la opción perfecta.
La privilegiada zona está a 31.4 kilómetros por carretera, aproximadamente 1 hora desde la 24 de Diciembre. La calle está pavimentada y la diferencia de climas se hace presente desde que se ingresa a la vía que conduce a Cabuya.
Hasta hace poco, Cerro Azul solo recibía a personas adineradas que poseen propiedades dentro del área privada. Sin embargo, emprendedores del sector han desarrollado paquetes turísticos que incluyen cabañas equipadas y guías.
Una de estas agencias es Tripper Panamá, que inició operaciones en el 2016 y cuentan con cabañas desde 85.00 dólares dependiendo de la cantidad de personas y la época del año.
El éxito de este escape dependerá mucho de la organización del grupo. Comprar los alimentos necesarios y enseres de cuidado personal será clave puesto que solo hay una pequeña abarrotería en las afueras del área privada que cuenta con provisiones básicas.
En el 2018, Tripper Panamá recibió unas 1, 300 personas. La temporada alta abarca los meses de noviembre hasta abril, mientras que entre de mayo y octubre la ocupación se mantiene pero con un movimiento más bajo.
Según Víctor Ríos, propietario de Tripper Panamá, en Cerro Azul se puede disfrutar de la naturaleza, los ríos y cascadas, el senderismo, avistamiento de aves, practicar deportes de montaña y sobre todo de la hermosa vista desde el mirador Vistamares, donde con un clima soleado se puede ver el océano Pacífico y el océano Atlántico.
Ríos, quien es morador del área cuenta que Cerro Azul a pesar de estar cerca de la ciudad era un lugar poco conocido, pero desde que se puso en marcha el ecoturismo, ahora son más personas que pueden disfrutar de sus virtudes.
Asegura que todo empezó como un proyecto personal, pero por recomendaciones de los primeros clientes, la demanda fue creciendo.
Cerro Azul colinda con el Parque Nacional Chagres, pero no está estipulado como un destino turístico por lo que los emprendedores del sector requieren del apoyo de la Autoridad de Turismo y el Ministerio de Ambiente.
Pero, sin lugar a dudas el lugar favorito de chicos y grandes es el interior del país. Desde que cruzamos el puente, a pocos kilómetros encontramos playas como la de Punta Chame, perfecta para aquellos que les gustan los deportes acuáticos o si bien gusta Los Cajones de Chame es un sitio turístico que envuelve a los visitantes por la obra de arte creada por la propia naturaleza.
Además, en el distrito de San Carlos hay un sinnúmero de playas, hoteles y ríos perfectos para olvidarse del bullicio de la ciudad y relajarse.
La provincia de Coclé indudablemente tiene un tesoro natural, sus playas forman parte de la denominada ‘Riviera del pacífico’, la nueva campaña elaborada por la ATP para promocionar estos destinos.
Si bien es cierto en el sector de Río Hato, donde están ubicadas las playas más famosas de la provincias, hay hoteles todo incluido, sus precios en verano son un poco elevados, por lo que recomendamos alquilar casas o cabañas que suelen ser más baratas y de igual modo están cerca del mar.
También está el conocido Valle de Antón, que aunque sus residentes aseguran que los precios han aumentado desde que fue declarado Patrimonio Inmaterial de la Humanidad, no deja de ser uno de los destinos dentro de la lista de propios y extranjeros tanto en verano como en invierno.
En esta misma línea está el Parque Nacional Omar Torrijos Herrera con 25.275 hectáreas de bosques primarios, está ubicado en el corregimiento de El Copé en La Pintada. Cuenta con una rica fauna y flora, además de los ríos que nacen tanto en la vertiente del Mar Caribe, como en el Océano Pacífico.
Si lo que buscas es enriquecerte culturalmente, en la provincia de Coclé está el Parque Arqueológico El Caño en Natá. Desconocido por muchos; ocupó la portada de la revista National Geographic de enero de 2012 que lo nombró ‘El dorado de Panamá’.
Las tumbas dentro de este parque fueron objeto de estudio por la arqueóloga panameña Julia Mayo, dentro de ellas se encontraron piezas de oros con un valor ‘incalculable’, lo que lo convierte en el sitio arqueológico más importante del país.
Este parque está abierto de martes a domingo de 9:00 de la mañana a 4:00 de la tarde y la entrada general es de 1:00 dólar.
La provincia de Veraguas es otro territorio con gran biodiversidad. En esta región encontramos el encantador Salto de La Silampa, una cascada ubicada en la comunidad de Chitra. Sus cristalinas aguas provocaron que cientos de panameños se interesaran en ella. Un riconcito que sin duda fue moda entre los viajeros en el 2018.
Lucas Pinzón, un joven de 25 años es un eterno enamorado de la naturaleza, y quedó hechizado por el Salto de La Silampa, a pesar de la lejanía y lo difícil que se torna el camino, este chico ha ido dos veces y asegura que lo volvería a hacer.
En Veraguas también podemos visitar La Reserva Natural de La Yeguada, El Chorro La Palma, playa Santa Catalina, seductora de muchos surfistas. Además, la región de Santa Fe elegida por muchos por su agradable clima.
A diferencia de Cerro Punta, Volcán y Boquete; la provincia de Chiriquí nos ofrece bellezas turísticas poco explotadas como los son los pozos termales de Caldera, un poblado de apenas 1,560 habitantes según el censo 2010.
Lucas, quien ha visitado varios lugares de Panamá, manifiesta que “es un lugar que en lo personal me encanta, no es difícil de llegar, las personas que administran el lugar son amables y colaboran en todo lo que pueden a los visitantes”.
“El camino es de piedra, si vas en carro debe tener doble tracción, aunque se puede llegar caminando”, dijo Lucas Pinzón quien también mencionó la opción de llamar a los administradores del lugar quienes pueden salir a buscar a los visitantes.
Según nos Contó Pinzón, este lugar cuenta con cabañas de varias recamaras, cuartos compartidos con camarotes y otros individuales con cama doble por lo que el precio varía según la necesidad del cliente.
“Es sumamente relajante, una vez entras ya no quieres salir, puedes sumergirte y disfrutar del silencio interrumpido por una que otra ave”, Lucas Pinzón.
Cerca de este lugar también hay otros pozos, pero son completamente libres, no hay cabañas, están entregados a la naturaleza. La temperatura de esta agua es un poco más altas.
Pinzón también recomienda visitar el Cañón de Macho Monte en cuesta de Piedras Altas. Asegura que lo que más “ama de este lugar es que el agua es fría, transparente y cuando sales no hueles a río”.
Pinzón recomendó ir durante el verano porque en invierno es peligroso ya que con las lluvias se producen las cabezas de agua y crecidas, además de ir con un guía que conozca el área.
En la provincia de Bocas del Toro, además de las ya conocidas playas del caribe que atraen a propios y extraños, existen lugares no tan frecuentados pero que preservan gran riqueza natural.
Tal es el caso de la Isla Escudo de Veraguas, que por su nombre se podría suponer que pertenece a la tierra de Urracá, en realidad queda dentro de la provincia bocatoreña. Sus aguas cristalinas, casi irreales han conquistado a los panameños que a través de las redes sociales se han percatado de su existencia.
Este tesoro natural es una zona que no ha sido estudiada y recientemente la Secretaria de Ciencia Tecnología e Innovación y el Centro Regional para el Hemisferio Occidental ofreció una beca para levantar información de base sobre las poblaciones de especies endémicas y ecosistemas terrestres y costeros de la isla.
Desde el 2010 ya había quienes se aventuraban a visitar el lugar. Para llegar se debe partir de Isla Colón en Bocas del Toro, el recorrido es de aproximadamente 3 o 4 horas en lancha, esto si la carga es liviana y el mar está calmado, de lo contrario puede tardar un poco más.
Por ser un lugar poco explorado, no cuenta con agua potable ni ninguna otra comodidad, solo algunas cabañas de pencas en la que se pueden quedar los visitantes.
Visitar esta isla es como un capítulo de la serie Survivors, debes llevar mucha agua, repelente, comida necesaria para los días que dure la estadía, tienda de acampar, linternas bien cargadas, fósforo y otros enseres que usted considere necesario.
Existen algunas agencias que se dedican al turismo interno que ofrecen paquetes desde los 195 dólares por dos días, cubriendo el traslado marino, tours por las islas, alimentación, hospedaje en Río de Caña, guía y seguridad.
Nuestro aventurero, Lucas Pinzón, también visitó la paradisiaca isla bajo un costo de 300 dólares por tres días, dos noches. El costo incluía transporte, comida, tours por la isla.
En las comarcas también encontramos lugares majestuosos como el Salto del Kiki, escondido en las montañas del distrito de Besikó, específicamente en Cerro Banco de la Comarca Ngäbe Buglé. Ubicada en una zona indígena, es una las caídas libres más imponente de Panamá.
Pinzón asegura que lo mejor de hacer turismo interno es que a pesar de lo difícil que es llegar a ciertos lugares, los recuerdos son invaluables, ir de aventura es emocionante ya que vas a conocer lugares nuevos y además se conocen personas en todo el país.
Sin duda alguna Panamá posee una riqueza natural inimaginable, lugares que de seguro cuándo los vez te deja maravillado. Es importante conocerlos, pero más importante preservar el bienestar ambiental de cada sitio para que las próximas generaciones puedan disfrutar de este paraíso terrenal.