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Washington, Estados Unidos/Kevin Marino Cabrera, nominado a embajador de Estados Unidos en Panamá por Donald Trump, compareció este martes 25 de marzo ante la Comisión de Relaciones Exteriores del Senado, donde fue cuestionado por algunos senadores.
En su discurso inicial, Cabrera agradeció al presidente Trump por su nominación para ser el próximo embajador de Estados Unidos ante la República de Panamá, y al secretario Rubio por su apoyo durante todo el proceso. En la audiencia de nominación, Cabrera subrayó la trascendencia estratégica de la relación diplomática entre ambos países, destacando los lazos de seguridad, migración y economía. “De ser confirmado, espero continuar nuestro diálogo sobre política nacional y asegurar las fortalezas y alianzas de nuestro país con Panamá”, expresó.
El candidato, hijo de exiliados cubanos y estadounidense de primera generación, presentó su visión diplomática bajo el marco de la política "Estados Unidos primero" del presidente Trump, comprometiéndose a fortalecer los intereses nacionales estadounidenses.
“Desde el primer día, el presidente Trump ha dejado claro que la política exterior estadounidense siempre debe priorizar los intereses de Estados Unidos y sus ciudadanos. Su directiva política «América Primero» reafirmó nuestro compromiso de lograr la paz mediante la fuerza, garantizando al mismo tiempo que nuestra diplomacia refleje los valores, la soberanía y la seguridad de EEUU”, dijo.
El nominado destacó la importancia de mantener la neutralidad y seguridad del canal de Panamá, calificándolo como un activo estratégico crucial para el comercio global. Resaltó la reciente decisión de Panamá de abandonar la Iniciativa de la Franja y la Ruta de Seda como muestra del compromiso compartido.
"Acciones recientes como la decisión de Panamá de salir de la Iniciativa de la Franja y la Ruta y auditar las concesiones portuarias demuestran su compromiso con este objetivo compartido", añadió.
Subrayó la necesidad de colaboración bilateral para enfrentar desafíos relacionados con la inmigración ilegal y la actividad criminal transnacional, con el objetivo de mejorar la seguridad fronteriza y la estabilidad regional. Describió las inversiones estadounidenses en Panamá como fundamentales para el desarrollo de infraestructura, producción energética y la resiliencia económica de ambas naciones.
El candidato, quien ha trabajado en política a nivel local, se refirió a su capacidad para trabajar de manera colaborativa a través de líneas partidistas. Destacó su herencia como estadounidense de primera generación y el impacto de la historia de su familia en su compromiso con los valores de libertad y democracia.
Su enfoque diplomático se guía por tres preguntas fundamentales expresadas por el secretario de Estado de EEUU durante su audiencia de confirmación: ¿Hace esto a Estados Unidos más fuerte? ¿Lo hace más seguro? ¿Lo hace más próspero?
“Estas preguntas reflejan una misión esencial de la diplomacia estadounidense. Sirven como un marco de referencia que acepto plenamente. Tomo este cargo en serio, sabiendo que representar a Estados Unidos en el extranjero es tanto un privilegio como un deber solemne”, indicó.
Al concluir su discurso, el nominado reafirmó su dedicación a proteger a los ciudadanos estadounidenses y promover los intereses económicos de su país, reconociendo su responsabilidad ante la Constitución, el presidente y el Congreso.
Durante la audiencia, senadores cuestionaron a Marino Cabrera sobre la Zona Libre de Colón, señalándola como la segunda zona de libre comercio más grande del mundo y un "posible foco de lavado de dinero y narcotráfico". Uno de los senadores preguntó cómo estas posibles actividades podrían beneficiar a grupos como Hezbolá, Hamás y otras organizaciones criminales transnacionales.
Cabrera respondió que, si bien no es un experto en la materia, estaría dispuesto a recibir información adicional en caso de ser confirmado. Resaltó de manera positiva que Panamá ha colaborado con el FBI y logró salir de la lista gris del Grupo de Acción Financiera Internacional (GAFI), aunque sigue en la lista negra de la Unión Europea.
Señaló su intención de trabajar con agencias estadounidenses para garantizar que Panamá implemente medidas de seguridad financiera adecuadas y así prevenir el uso de sus sistemas para actividades ilícitas. Advirtió que, de confirmarse lo indicado por el senador, sería un riesgo no solo para los estadounidenses, sino para los soldados en el extranjero de dicho país y sus aliados.
Con su posible confirmación, Cabrera asume el reto de fortalecer la relación bilateral entre Estados Unidos y Panamá, con un enfoque en la seguridad, el comercio y la estabilidad regional.
Otro punto clave de la audiencia fue el debate sobre la presunta influencia de China en Panamá. Un senador recordó el traspaso del Canal a manos panameñas en 1999, calificándolo como una "pérdida estratégica" para EE.UU.
En su respuesta, Cabrera destacó los esfuerzos del gobierno estadounidense para fortalecer su posición en Panamá y minimizar la injerencia china. Señaló que el secretario Rubio y el expresidente Trump han impulsado iniciativas para consolidar la presencia estadounidense en sectores clave, incluyendo la posible adquisición de activos de CK Hutchison por parte de empresas norteamericanas.
"Hemos logrado avances significativos en estos primeros 60 días, y soy optimista sobre el futuro de nuestra relación con Panamá", indicó Cabrera.
El nominado también advirtió sobre la presencia china en la tecnología portuaria y en sistemas de vigilancia en ciudades panameñas. Planteó interrogantes sobre el acceso de China a datos recolectados en cámaras de seguridad y la posibilidad de interferencia en operaciones portuarias mediante grúas de fabricación china.
"Cuando licitamos equipos en puertos de EE. UU., nos enfrentamos a preguntas similares: ¿qué información pueden recopilar? ¿Podría haber una vulnerabilidad en la seguridad de nuestras infraestructuras? Son preocupaciones reales que debemos abordar", concluyó.
Durante su nominación inicial, el entonces presidente Donald Trump destacó las credenciales de Cabrera, resaltando su amplia experiencia en política y comercio internacional. Trump elogió específicamente su alineamiento con la agenda diplomática de "Estados Unidos Primero".