Por caso de radares, Mulino deberá regresar a la fiscalía este viernes

El exministro de Seguridad Pública, José Raúl Mulino, culminó por el día de hoy, el proceso de indagatoria realizada en la Fiscalía Tercera Anticorrupción, por el caso de los radares comprados a Selex, filial del conglomerado italiano Finmeccanica, pero deberá regresar este viernes 23 de octubre, a las 8:00 a.m. para continuar la diligencia que lleva a cabo la fiscal Zuleika Moore.

Se trata de la compra de 19 radares por un monto de 125 millones de dólares a la empresa Selex.

A su salida de la fiscalía, Mulino describió como “tensa y agotadora” la indagatoria y expresó que por el momento no se ha ordenado ninguna medida cautelar.

“Espero y confío terminar mañana, pero el procedimiento es lento”, destacó el exministro de Seguridad Pública.

Reconoció que por el momento la diligencia se ha realizado cumpliendo con el proceso y la normativa del Código Judicial.

Según Mulino, se aportó una serie de documentos relacionados con el Ministerio de Relaciones Exteriores, un ejemplar de un diario de la localidad sobre el tema y mañana continuará dando a la fiscalía otras pruebas.

Más temprano, Mulino admitió que sí firmó los contratos aprobados para la compra de equipo de seguridad entre el Estado y Finmeccanica, dijo además, que era la primera vez que hablaría “sin línea editorial ni censura".

Con esta investigación, la fiscalía busca determinar si hubo o no incumplimiento del contrato, luego que Estado panameño demandara el pasado 4 de agosto, ante la Sala Tercera de lo Contencioso Administrativo de la Corte Suprema de Justicia, el acuerdo entre Panamá y la empresa, que se celebró entre el Ministerio de Seguridad y Finmeccanica.

En agosto pasado el embajador de Panamá en Italia, Fernando Berguido, dijo en exclusiva a TVN Noticias que por la compra del equipo de seguridad al consorcio italiano se pagaron coimas.

Los contratos que se aprobaron en el gobierno de Ricardo Martinelli (2009-2014) con Finmeccanica han sido blanco de cuestionamientos, por supuestos sobrecostos. En total, el conglomerado le vendió a Panamá radares, helicópteros y un mapa cartográfico digital por $250 millones.