Consejo Judicial propone que los jueces en Panamá usen toga
La propuesta de que los jueces de Panamá utilicen togas para que proyecten "respeto y autoridad" ha encendido un debate sobre si el código de vestimenta debe ser la prioridad y ayudará a un sistema acosado por dudas públicas sobre su probidad y efectividad.
La iniciativa es del Consejo Judicial, un ente conformado por representantes de jueces, abogados, fiscales y academia, que la ha elevado a la Corte Suprema de Justicia para que sea votada por el pleno de magistrados, que puede aprobarla por mayoría (5 de 9 votos posibles).
En una carta fechada el 20 de enero y difundida este martes, la presidenta del Consejo, Delia Carrizo, recuerda que la tradición de la toga se remonta a Roma y se mantiene en países de Europa y América porque "confiere no solamente distinción y dignidad a los juzgadores, sino que quien la lleva proyecta respeto y autoridad".
La solemnidad del acto de impartir justicia "debe reflejarse" en el vestir del juez, indica la carta, que aclara que el Consejo no critica "la vestimenta de los juzgadores panameños", aunque pide reconocer "que hay diversidad de colores y estilos" que se evitaría con el uso de la toga, la cual que será suministrada por la institución judicial.
La propuesta llega cuando la Justicia panameña lleva varios años muy cuestionada por lo tardío de sus sentencias y por escándalos que incluyen acusaciones de venta de fallos y presiones políticas contra los magistrados del Supremo, así como ineptitud y selectividad por parte del Ministerio Público.
En ese contexto la Corte Suprema anunció este mes que someterá a los procesos establecidos en la Ley de Carrera Judicial (2015) el nombramiento de los jueces de tribunales superiores, lo que fue entendido en el país como un primer paso hacia la recuperación de la confianza ciudadana en la Justicia.
EL HÁBITO NO HACE AL MONJE
"La majestad de la Justicia está en la coherencia entre el fallo y los hechos y las pruebas, y lo importante es que se administre Justicia, no el traje con el que se administre. El hábito no hace al monje", dijo a Efe la ex fiscal general de Panamá Ana Matilde Gómez.
La también excandidata presidencial independiente consideró que el uso de la toga sería parte del ceremonial propio de un cargo como el de juzgador, pero que el efecto de "proyección" que tendría "nunca es más importante que el contenido de ese trabajo"
Gómez recordó que esta propuesta ya la presentó la magistrada Graciela Dickson cuando fue presidenta de la Corte Suprema (1998-2007), e hizo votos para que, si en esta ocasión se aprueba, la confección y venta al Estado de la toga no se convierta en una oportunidad de negocios corruptos.
Para el abogado y exembajador de Panamá ante la Organización de Estados Americanos (OEA) Guillermo Cochez, el uso de la toga "no es malísima idea" si se toma en cuenta que "hay jueces que cuando llegan a una audiencia parecen unos 'parranpanes' (monigote o payaso del pueblo), mal vestidos, con la corbata suelta, que no pareciera que fuesen juzgadores".
"Ojalá que con esas togas los jueces actúen no solamente mejor vestidos, porque estarían uniformados, si no que lo hagan como espera la ciudadanía: que impartan mejor Justicia, que no se si con la toga lo van a lograr", agregó el exembajador.
Para el experto constitucionalista Ernesto Cedeño, la iniciativa del Consejo "no es la vía para elevar la imagen de la Corte", y demuestra un "total desenfoque de la realidad social" de Panamá.
"El mensaje es desafortunado si se toma que las prioridades" deberían ser asuntos como proponer mejoras al Sistema Penal Acusatorio (SPA) que se aplica plenamente desde 2016 y tiene "decepcionada a la ciudadanía, cuyo clamor como que no le importara" al Consejo, que "solo ve formalidades", agregó.
UN SÍMBOLO DE RENOVACIÓN DE LA JUSTICIA
"Estamos en un momento en el que la Corte Suprema de Justicia, al renovar su justa directiva, imprime un compromiso de mostrar mayor eficiencia", dijo a Efe el presidente del Colegio Nacional de Abogados, Juan Carlos Araúz, quien se mostró a favor del uso de la toga.
La Justicia, dijo Araúz, "está revestida también de mística, de tradición", y el uso de la toga "es una representación permanente del debate sobre el merecimiento de los cargos de Justicia y los valores y cualidades en la que está cimentada".
"Tenemos un aproximado de 1.200 nuevos abogados por año egresados de las universidades, por lo tanto colocar en su grado de mística y de pertenencia a la labor de los juzgadores, no debe ser un posición para criticar", añadió.