Conozca lo más importante que ha confesado el testigo protegido del caso 'pinchazos'

La participación del testigo protegido en el juicio oral de Ricardo Martinelli por el caso de interceptaciones telefónicas, seguimiento sin autorización judicial y peculado, es clave y muy reveladora.

El chiricano, licenciado en informática, graduado de la Universidad Tecnológica de Panamá quien posteriormente se unió como investigador a la Policía Nacional y como miembro del Consejo de Seguridad a finales del 2009 ha hecho confesiones relevantes durante el juicio.

El jueves 30 de mayo del 2019, en su primer día de participación, llegó todo vestido de negro, cubierto hasta las manos pero pidió al presidente del Tribunal quitarse toda la indumentaria para hablar de frente en el juicio, sólo con la condición de que su nombre no fuera difundido fuera de las puertas del salón de audiencias.

Durante su comparecencia, el testigo no sólo ha reconocido que sí se hacían escuchas telefónicas ilegales, incluso él mismo las hizo, dijo que llegó a transcribir las conversaciones que recogían a través de audio ambiente, y que los programas usados Da Vinci y Pegasus podían interceptar llamadas telefónicas, correos electrónicos, conversaciones de whatsapp, bbpin, fotos y hasta de las cámaras de los celulares. Los sistemas eran tan sofisticados que toda esa información recolectada era enviada a los correos electrónicos de Ronny Rodríguez con copia a William Pittí cuya misión era analizarla y determinar enviárselo al número 1, destacó el testigo.

Resaltó que fue Rodríguez quien lo reclutó cuando cambió el gobierno en el 2010, quien le explicó que se compondría un grupo élite destinado a interceptar llamadas para el número 1, de esta manera se conocía al Presidente de la República, explicó.

Los objetivos

Según este testimonio el blanco de las interceptaciones eran personas de diversos sectores de la sociedad panameña, políticos, empresarios, periodistas y ciudadanos asignados por Rony Rodríguez.

Entre los nombres que ha mencionado están: Mitchell Doens, Juan Carlos Varela, Balbina Herrera, Juan Carlos Navarro, Yassir Purcait, Vivian Torrijos, Martín Torrijos, Leandro Ávila, Pedro Miguel González, Javier Martínez Acha, Francisco Sánchez Cárdenas, Adolfo "Beby" Valderrama, Erasmo Pinilla, José Ayú Prado, Víctor Benavides, José Luis Varela, Jorge Alberto Rosas, Priscila Miró, Zulay Rodríguez, Mirta Varela, Rómulo Roux, Genaro López, José Muñoz, Saúl Méndez, Silvia Carrera, Stanley Motta, Álvaro Alvarado, Castalia Pascual, Siria Miranda y Rubén Polanco.

El testigo validó contenidos guardados en los discos compactos analizados en el juicio oral, por ejemplo un correo electrónico de Balbina Herrera y distintas actas de reuniones del Partido Revolucionario Democrático (PRD).

El alcance del espionaje fue más allá de las figuras importantes porque según la explicación del testigo también se lo aplicaban a las asistentes y secretarias de estos.

Y además ratificó que se obtuvieron correos electrónicos de empresarios como Stanley Motta, se mostró uno en el que se hablaba de asuntos internos del personal, como renuncia de periodistas y contratación en otros medios de comunicación.

También se leyó correspondencia de Aurelio Barría dirigida a otro empresario sobre asuntos comerciales.

El testigo también admitió que el Consejo de Seguridad no estaba autorizado para hacer estas interceptaciones telefónicas.

Igualmente salió a relucir un correo electrónico de Adolfo "Chichi" De Obarrio, exsecretario de la Presidencia de la República, durante el mandato de Martinelli quien según el testigo protegido lo conoció cuando se hizo una capacitación en las oficinas del Súper 99 en Punta Pacífica.

Se espera que el turno de interrogar de la fiscalía concluya este viernes y después le tocará hacerlo a los abogados de Martinelli.