Juicio de caso donde se menciona al padre Cosca será en marzo
El juicio por el homicidio de Eduardo Calderón el pasado 7 de julio del 2018 en un hotel de la ciudad de Panamá será el próximo 11 de marzo, según informaron fuentes judiciales a TVN-2.com.
A las 10:00 am en la sala 9 del Sistema Penal Acusatorio (SPA) en Plaza Agora dará inicio este juicio donde el único señalado es Hidadi Santos Saavedra, representado por la abogada Holanda Polo.
Por este caso, en el que han surgido muchas preguntas sin respuesta se mencionó la figura del sacerdote David Cosca, el cual fue separado como párroco de la Iglesia Divina Misericordia.
A todas las audiencias ha acudido el abogado Javier Quintero en representación del sacerdote.
El Fiscal Superior de Homicidios y Femicidios del Área Metropolitana, Emeldo Márquez está a cargo de esta investigación que concluyó el 19 de enero, tras cumplir con los seis meses reglamentarios.
Valentín Calderón es una de las personas que también fue entrevistada y mencionada en el caso. Su abogado Marcos Manjarrez señaló que por este homicidio, las autoridades del Ministerio Público se han “pasado entrevistado gente que no estuvo en el hotel”.
La Fiscalía de Homicidio ordenó a todos los que estuvieron en la habitación practicarse pruebas de ADN y fluidos corporales. Dos de las muestras corresponden a la víctima y al sindicado, pero existen otras dos, cuyo perfil genético se desconoce.
Se le tomaron muestras a David Cosca y a Valentín Calderón; esta última es la persona que encontró en medio de un charco de sangre aún con vida a Eduardo Calderón y quien no estaba hospedado en esa habitación.
Calderón contó cómo encontró el cuerpo. “Yo salgo de la habitación para preguntar dónde quedaba la máquina de hielo cuando por las escaleras veo a un hombre tirado, prácticamente boca abajo, en un charco de sangre”, dijo.
“Me le acerco todavía, cuando lo veo a cierta distancia, veo que es sangre…Hemos visto todos escenas de CSI, y sabes que donde uno ve sangre no se puede acercar”, comentó Calderón.
Indicó que luego fue corriendo a recepción y pidió que llamara al 911, cuyas unidades, según él llegaron e hicieron lo que tenían que hacer. “Eso ha sido todo mi gran delito por tratar de ayudar en su momento a un moribundo”, agregó.