72 mil jóvenes en Panamá ni estudian, ni trabajan
A pesar del sólido desempeño latinoamericano, el crecimiento económico, la reducción de la pobreza y la desigualdad, existen más de 20 millones de jóvenes entre 15 y 24 años de edad, que “ni estudian, ni trabajan (Ninis)” en Latinoamérica, de acuerdo a un nuevo estudio del Banco Mundial.
El informe, Ninis en América Latina: 20 millones de jóvenes en busca de oportunidades, indica que prácticamente el 60% de los ninis de la región, provienen de hogares pobres o vulnerables, quienes necesitan mayores incentivos para permanecer en la escuela y más ayuda para encontrar puestos de trabajo.
La mayoría de los “ninis” se encuentra en Brasil, Colombia y México. El problema se ve agravado por la presencia extendida del crimen organizado, elevando los riesgos que enfrentan los jóvenes y la sociedad en general, indica el informe del Banco Mundial.
De igual forma, el informe detalla, que ser “nini”, puede tener efectos negativos a largo plazo sobre la productividad, reduciendo los salarios y las oportunidades de empleo de por vida, frenando el crecimiento económico en general.
Características fundamentales de los ninis según el estudio
- Casi el 60% proviene de hogares pobres o vulnerables.
- Las mujeres representan 2/3 de la población nini de América Latina. Los factores de riesgo más importantes son el matrimonio precoz y el embarazo adolescente.
- Las mujeres son mayoría, pero los hombres son los que han contribuido al incremento del número de ninis en la región.
- El camino más común para convertirse en un nini, es la deserción escolar para empezar a trabajar – muchas veces en el sistema informal –seguido del desempleo y la falta de posibilidad de encontrar un empleo formal por falta de formación.
¿Enfrenta Panamá esta realidad?
TVN-2.com, conversó con Francisco Trejos de Jóvenes Unidos por la Educación, quien explicó que en nuestro país no existen estadísticas directas que evalúan los “ninis” en el territorio nacional.
Sin embargo, la Contraloría General de la República, mantiene datos estadísticos de las Personas No Económicamente Activas (PNEA) y las Personas Económicamente Activas (PEA), con lo cual, se estima que 72 mil 169 jóvenes entre 15 a 29 años en Panamá, no estudian, ni trabajan, señala Trejos en su análisis.
Trejos detalla, que de cada 100 personas económicamente activas, 5 están desempleadas. De cada 100 desempleados, 40 son jóvenes. La tasa de desempleo total es de 5.1%, mientras que la tasa de desempleo juvenil es de 13%, según reportes de la Contraloría General de la República, hasta agosto del año 2015.
Para Trejos, el problema central que enfrenta el país no es la cantidad de “ninis”, sino lo que existe en el entorno social que produce que los jóvenes se encuentren en esta situación que cercena sus oportunidades de crecimiento personal y profesional.
Estrategias para afrontar el problema en Panamá
Las acciones para reducir el desempleo juvenil implican un esfuerzo interinstitucional de cinco puntos estratégicos, según Trejos, entre los que destaca:
- Reforzar las acciones para disminuir la deserción en educación premedia, media y superior.
- Aumentar la inclusión de grupos vulnerables a los servicios de formación y programas de emprendimiento.
- Reforzar la pertinencia y calidad de la oferta formativa.
- Aumentar el alcance de programas de intermediación laboral dirigidos a jóvenes.
- Fortalecer la sinergia entre programas de diferentes instituciones con metas comunes.
No se trata únicamente que más jóvenes se preparen académicamente; deben aprender cursos o carreras que les brinden reales oportunidades de desarrollo laboral, ser emprendedores o científicos, por lo cual deben existir en el país ofertas académicas lo suficientemente atractivas y de formación acorde con la demanda nacional”- Francisco Trejos-.
Posibles soluciones
Según el informe del Banco Mundial, las principales soluciones tienen que ver primero con evitar que la población de “ninis” crezca, en pocas palabras, impedir el abandono escolar.
Algunos países sudamericanos y México, que tienen tasas bastante altas de deserción escolar en el bachillerato, pueden combinar sistemas de detección temprana para identificar a los jóvenes en riesgo de abandonar la escuela, con intervenciones socioemocionales y tutorías”, explican los autores.
Por otra parte, la reinserción en el mercado laboral y mejorar la obtención de empleo, son clave para mejorar la situación de la población de jóvenes actual.
Para este caso, el estudio recomienda implementar programas de capacitación y de emprendimiento con diseños innovadores y basados en evidencia, junto con servicios públicos de empleo que pueden mejorar la empleabilidad de los jóvenes.