Mulino afirma que Panamá aclaró lo de la alerta de Interpol y que Martinelli sigue en manos de Nicaragua

Este jueves se cumplen las 72 horas del plazo adicional del salvoconducto concedido al expresidente Martinelli.

Panamá/Limitándose a hablar únicamente del proceso oficial que sigue el Gobierno en relación con el asilo del expresidente Ricardo Martinelli, el mandatario José Raúl Mulino aseguró que Nicaragua "no me ha pedido nada", pese a que, en su comunicado, Rosario Murillo, copresidenta de ese país, se quejó de que Panamá no los apoyó en el Sistema de la Integración Centroamericana (SICA).

Ante la primera consulta de los periodistas sobre el tema, durante su conferencia semanal de este martes, y respecto a la opinión de Murillo sobre el SICA —la cual algunos analistas políticos han considerado una forma de chantaje o una moneda de cambio para que Martinelli viaje a Nicaragua—, el presidente respondió:

No es así. Primero que todo, no me han pedido nada. Ella lo mencionó, entiendo, yo no la vi, pero mencionó la votación del SICA que se dio a finales del año pasado”.

Recordó que no fue solo Panamá el país que se abstuvo en esa votación, sino que también lo hicieron otras naciones de la región. Lo que se solicitó en su momento fue que “presenten nuevas ternas; eso no implica un bloqueo a Nicaragua”. Explicó que en ese entonces Panamá no apoyó la moción, pero que no se trató de un acto en contra del país centroamericano, sino de la forma en que se manejó el proceso.

Frente a otra consulta, sobre cuál sería la supuesta solicitud que estaría haciendo Nicaragua para que el exmandatario viaje a ese país y si existe la posibilidad de romper relaciones diplomáticas o trasladarlo a otra nación, Mulino replicó:

“Si tú sabes qué está pidiendo, me lo dices, porque yo no lo sé”. Acto seguido, explicó que el asilo reconocido genera el salvoconducto, y a partir de ahí se da paso al asilo territorial:

“Como dije la semana pasada, yo creo que no existe en este país nadie que haya manejado más asilos que yo (…) cerca de 200 casos en 15 o 17 embajadas latinoamericanas, que fueron durísimos; en algunos tomó hasta año y medio dar salvoconducto, que es lo que corresponde”.

Aclaró que ese asilo no fue dado por Panamá, sino por el Estado asilante, y que no fue concedido por su gobierno:

“Créeme que lo he analizado mucho en el tiempo, hasta que tomé la decisión: se va el asilo… digo, el salvoconducto para trasladar al señor Martinelli a Nicaragua”.

Hasta la fecha, explicó, todos los requerimientos formales solicitados por Interpol y por la Corte Suprema de Justicia han sido atendidos.

¿De qué depende? Yo no sé, no lo sé. Así que, como he dicho, en materia de política exterior, yo no especulo. Vamos a esperar el plazo dado y, de lo contrario, actuaré en concordancia (…)”. “Eso es todo lo que se le ha pedido y se le ha dado”, acotó.

Aseguró que la única obligación del Gobierno panameño es: “Transportar a Martinelli al lugar de salida, debidamente protegido, garantizándole su seguridad (…)”.

Cabe recordar que el jueves pasado, el canciller Javier Martínez-Acha confirmó que la Cancillería panameña reconoció el asilo otorgado por la República de Nicaragua al exmandatario, y que por ello se concedió el salvoconducto que Martinelli solicitó en su momento al Gobierno.

La Cancillería debe coordinar la salida del exgobernante hasta el aeropuerto, donde abordará su vuelo con destino a Nicaragua, país que le otorgó el asilo. Hoy vence la extensión del salvoconducto otorgado al expresidente.

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