Por información del FBI, detienen provisionalmente a sospechoso de blanqueo de capitales
Blanqueo de Capitales
Ciudad de Panamá, Panamá/La jueza de garantías del Primer Circuito Judicial de Panamá, Teodolinda Cardoze, decretó la medida cautelar de detención provisional a un hombre, imputado por la presunta comisión del delito contra el orden económico en la modalidad de blanqueo de capitales.
Mientras que, a otros cuatro, se les decretó las medidas cautelares de notificación periódica ante la autoridad u oficina designada por la jueza y la prohibición de salida del país.
Con respecto al decreto de la medida cautelar, la jueza Cardoze basó su decisión luego del análisis de los argumentos presentados por las partes y por la existencia de varios riesgos procesales, por ejemplo, cómo peligro de afectar los elementos de convicción que aún faltan por recabar y por la naturaleza grave del delito.
Anteriormente, la jueza legalizó la aprehensión y dio por presentada la formulación de imputación de cargos por parte del representante del Ministerio Público. Para esta audiencia, la entidad estuvo representado por el fiscal Marco Mosquera, mientras que los imputados estuvieron representados por tres defensores técnicos particulares.
Durante la audiencia, el fiscal Mosquera anunció un recurso de apelación contra la medida cautelar distintas a la detención provisional. Para resolver este recurso, se programó una audiencia el próximo 3 de julio a las 8:30 a.m., en el Tribunal Superior de Apelaciones del Primer Distrito Judicial, ubicado en Plaza Fortuna.
Hechos del caso
La Fiscalía Segunda Superior de Delincuencia Organizada ejecutó el pasado 21 de junio la operación “Autana” logrando aprehender a dos personas, por el presunto delito de blanqueo de capitales.
Durante esta operación se realizaron 9 diligencias de allanamiento y una excepcional en las provincias de Panamá y Panamá Oeste. Su objetivo fue ubicar bienes, dinero y personas presuntamente vinculadas al delito de blanqueo de capitales procedentes de actividades ilícitas como delincuencia organizada, estafa calificada y narcotráfico.
Las investigaciones del caso comenzaron gracias a información suministrada por el FBI, acerca de una organización criminal internacional que lavaba dinero en Panamá por medio de cuentas bancarias a nombre de personas jurídicas, compraban bienes y cambiaban cheques en efectivo, además, de la compra de criptomonedas, con dineros procedentes de actividades ilícitas.