Las huellas del horror y el dolor que dejó la secta de El Terrón

TVN Noticias volvió a El Terrón, en la comarca Ngäbe Buglé y en exclusiva entró al recinto donde la secta realizaba sus reuniones y rituales macabros.

Ropa tirada, biblias destrozadas, instrumentos musicales y tallos de plátanos que eran utilizados como paredes, son parte de los objetos que tiene el lugar donde la secta realizó sus crímenes, argumentando que fue un “mandato de Jehová” a su profeta.

Según el relato de los sobrevivientes, las siete personas fallecidas y enterradas en una fosa común, fueron llevados a la fuerza, amarrados, golpeados desnudos y quemados con palos.

Fuera del lugar, que era considera como la iglesia de esta secta, se aprecia el sitio donde realizaron fogatas. Más ropa tirada y cenizas aun son parte de la escena.

Dolor de un esposo y padre

Un momento difícil fue volver a su residencia para el hombre que perdió a su esposa y sus hijos, víctimas de la secta de El Terrón, en la comarca Ngäbe Buglé.

Josué cuenta que fue a trabajar a una finca. Se despidió con un beso de su esposa y un fuerte brazo. “Ahora solo tengo en mi mente que al regresar, ya había desaparecido”.

“Pensé ver a mi familia grande, tranquilos y bien”, afirmó el señor Josué, quien ahora espera que toda la verdad de lo que ocurrió en El Terrón sea revelada y se haga justicia por la muerte de su esposa y cinco hijos.

El dolor por la pérdida es tan grande, que Josué quitó las paredes de su casa, que aún tenía rastros de sangre. Su decisión es que no vivirá en el lugar donde estuvo su hogar.

“Hoy podría decidir irme y dejar a mis hijos aquí, pero no puedo hacerlo. Quién les va explicar lo que pasó aquí y porque sus familiares ya no están”, afirmó Josué, quien ahora deberá cuidar su hijo, que logró evitar ser capturado por secta y su hija, quien fue rescatada.

Con información de Kelyneth Pérez