Herrera y Camacho, enfrentados por caso "pinchazos"
La dirigente del Partido Revolucionario Democrático (PRD) y víctima de las interceptaciones de las comunicaciones durante el pasado gobierno, Balbina Herrera y Eduardo Camacho, dirigente de Cambio Democrático (CD) y férreo defensor del expresidente Ricardo Martinelli, intercambiaron esta mañana, con algunos grados de hostilidad, sus posiciones en cuanto a este caso de los "pinchazos".
Justo este viernes, 11 de diciembre, se celebrará en la Corte Suprema de Justicia (CSJ) la primera audiencia contra el expresidente Martinelli, por este caso en el que el magistrado fiscal de la causa, Harry Díaz, lo acusó de ordenar interceptaciones telefónicas durante su gobierno a unas 150 personas.
De acuerdo con Camacho, quien defiende a Martinelli y asegura que es inocente, no hay pruebas que vinculen al expresidente con este caso.
Camacho indicó además, que de lo único que se habla es de un testigo protegido que dio una supuesta declaración, más no se encontraron las pruebas. "No se encontró ni teléfono ni nada", agregó.
Ante los señalamientos de Herrera, quien espera que Martinelli venga a Panamá a dar la cara y enfrentar la justicia por este caso, Camacho señaló que "siempre te he respetado como mujer, pero como política, no me puedes decir lo que es democracia".
En tanto, Herrera dijo que ella no debatiría con Camacho, ya que fue Martinelli el que "pinchó".
Sin embargo, no pudo evitar contestar y dijo en Noticias Am: "Entiendo Camacho, te están pagando y estás defendiendo a tu jefe, el que te dio de comer, pero las víctimas somos nosotros, no tú".
Hoy se espera que se realice la primera audiencia por el caso que se le sigue a Martinelli por los denominados "pinchazos", no obstante, la sociedad en general y no solo los afectados, están a a la expectativa por su aparición en esta diligencia.
Aunque Camacho evitó decir si Martinelli vendría o no, argumentó que en el país se le está violando el debido proceso y que este caso se debe a una persecución política.
A Martinelli se le acusa del supuesto delito contra la inviolabilidad del secreto y derecho a la intimidad.