Gestión ambiental y manejo de desechos en Panamá ¿Qué esperar para el próximo quinquenio?
Ciudad de Panamá/Harley Mitchell, abogado ambientalista, recordó que el escaparate de la gestión ambiental de un país es el manejo de sus desechos y es un tema que no se remite a lo gubernamental solamente, pues es un asunto donde la cultura nacional viene a cuenta, pero ¿Cómo se debe manejar el tema en el próximo gobierno?
Mitchell indicó que, aunque en reiteradas ocasiones ha manifestado que la Autoridad de Aseo Urbano y Domiciliario, como estructura pública debe desaparecer, aunque no desmerita el hecho que dentro de esa institución hay profesionales con la idoneidad suficiente para poder ser escuchados por el sector político, que se debate cada vez que empieza un gobierno, en ver a las entidades no en su funcionalidad, sino en su cantidad de puestos, salarios y contratos.
Por tanto, expresó estar esperanzado y optimista de la nueva administración gubernamental, donde de salida se ha prometido que se va a tener un punto de vista diferente en el manejo de la cosa pública.
Cambio de competencias
Para Mitchell el tema se ha ido degradando al punto que en 2010 se creó la Autoridad de Aseo Urbano y Domiciliario, una idea que en un principio era coordinar un tanto los municipios, pero luego se convirtió en una autoridad, que tiene por encima de los municipios la facultad de dirigir los sistemas de recolección de desechos, principalmente en la capital.
Aunque con la ley de Descentralización esto ha cambiado en los municipios, donde se recoge la basura por parte de estos mismos gobiernos locales, pero en el distrito capital sigue asentada una autoridad, a juicio de Mitchell, ineficiente que no ha podido caer en cuenta que el tema no es solo una función, sino un servicio público que debe autosustentarse con los pagos de los usuarios.
La AAUD es bicéfala y tiene problemas constitucionales muy serios, porque en su ley original establece que el municipio dentro de la junta directiva no tiene ninguna participación, pero tiene derecho a ser escuchado",
Con lo cual, apuntó el jurista, se necesita el apoyo del Legislativo para que la Ley 51 de 2010 desaparezca de la vida jurídica, así como su modificación. Además, la empresa privada debe entrar a demostrar su capacidad.